Por Federico Arreola
08 de Octubre, 2009 - 08:05
Si algo ha caracterizado al presidente de Cemex, Lorenzo Zambrano, es la prudencia. Pero esta vez no la tuvo.
A diferencia de Carlos Slim Helú, Zambrano no suele intervenir en temas polémicos. Por eso -también a diferencia de Slim-normalmente nadie lo critica.
Esta vez, sin embargo, salió a defender el 2% propuesto por Felipe Calderón, y la gente se enojó con él. Y mucho.
Anoche leí los comentarios que los lectores de las páginas web informativas publicaron sobre las declaraciones de Lorenzo Zambrano, y de plano al empresario mexicano más global le fue muy mal.
Lo primero que pensé, y puse en Twitter, es que resulta natural que los lectores de izquierda del Sendero del Peje (www.sdpnoticias.com) se ensañen con Lorenzo Zambrano, un hombre de negocios ubicado en el extremo opuesto de la ideología. Pero que lo hagan, en el mismo tono, los lectores de derecha de El Norte de Monterrey (www.elnorte.com), ya es un síntoma.
Un síntoma de hartazgo social. De que las cosas no están bien en México. De que la gente no se siente representada por sus líderes políticos y empresariales. Y de que, en definitiva, o cambia el país en forma radical o se volverá sencillamente ingobernable.
Y para anticipar objeciones o equívocos, aclaro que no estoy proponiendo ningún modelo comunista ni nada que se le parezca. Simplemente, como ha dicho Jane de la Selva en su columna (http://sdpnoticias.com/sdp/columna/jane-selva/2009/10/07/509029), pienso que deben mejorarse las reglas del sistema de libre mercado y propiedad privada, de tal forma de que operen en un ambiente de mucha más apertura. Porque la ausencia de competencia económica en México resulta, en el mejor de los casos, impúdica.
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