02 de Octubre, 2009 - 00:00
Después de la ceremonia por el natalicio de Don José María Morelos y Pavón, que se llevó a cabo en Morelia donde 3 jóvenes resultaron heridos de bala por “violar” el cerco de seguridad del Estado Mayor Presidencial, y de escuchar el discurso falso de Beatriz Paredes, dirigente nacional del PRI, pienso que si Morelos reviviera se caería muerto otra vez al ver el estado en el que los gobiernos priístas y panistas han dejado al país.
Nada de lo que Morelos nos legó en sus Sentimientos a la Nación se ha cumplido, al contrario, se profundizó la desigualdad entre los mexicanos y los gobiernos junto con la clase adinerada se han hecho inmensamente ricos a costillas del pueblo y de los bienes de la nación. Constituyen la nueva monarquía que explota al pobre y obedece los dictados del reino del Capital.
Por eso es necesario continuar la lucha que iniciaron los hombres que a través de la historia demostraron su amor a la patria, y que defendieron los derechos de los mexicanos ante los abusos del poder. Pero esta lucha tiene que ser pacífica, como lo declaró ayer Andrés Manuel López Obrador desde Oaxaca, porque un levantamiento sólo traería más sufrimiento y daría pie a que las fuerzas armadas, bajo las órdenes de un hombre tan pequeño de espíritu, arremetieran contra el pueblo indefenso.
Nada conviene más en estos momentos que procurar la paz, trastocada por el afán de unos cuantos para imponer su voluntad.
En estos lugares apartados del mundo existe gente de buenos sentimientos, trabajadora, noble y honesta que se suma al Movimiento de Transformación del país. El mensaje que recibe del Presidente Legítimo es esencialmente de paz.
Abrir los ojos a los abusos y a las injusticias que los gobernantes cometen contra ellos no significa alentar la violencia, como algunos medios de comunicación lo interpretan para, ellos sí, violentar el derecho a expresar la verdad y manifestar el descontento.
El mejor homenaje que puede recibir Don José María Morelos y Pavón es que no olvidemos los ideales por los que luchó hasta la muerte.
Hoy más que nunca adquieren valor las palabras dichas por Andrés Manuel López Obrador desde hace mucho tiempo: por el bien de todos primero los pobres
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