TRASCENDIO

Que la oficina de Comunicación Social del IMSS afirma que Juan Lozano, titular de Vinculación del Instituto, se enteró de la conversación difundida el martes pasado por Joaquín López-Dóriga sobre una licitación para medicamentos “al mismo tiempo que el resto de los mexicanos”.

Y sostiene que Lozano, en ese mismo momento y no después, aportó elementos para sospechar que no se trataba de ningún funcionario, sino del particular Carlos Abelleyra.

Que en la bancada del PRI en la Cámara de Diputados dicen que el retraso en la discusión del paquete presupuestal se debe a que al presidente de la comisión, Luis Videgaray, “se le salió de las manos” el control de la negociación.

Hay quienes afirman, sin embargo, que todo se trató de una estrategia de la lideresa nacional, Beatriz Paredes, para dejar en evidencia las pugnas entre los legisladores y su coordinador, Francisco Rojas.

Que el nuevo reglamento interior “metió presión” en varias comisiones del Senado, que tienen esta semana para dictaminar o, cuando menos, sesionar.

Ahora, los legisladores tienen sólo un mes para trabajar los dictámenes y esta semana vencen temas tales como el fuero militar, el lavado de dinero y, de pilón, los vales de medicina en el IMSS.

Los presidentes de las comisiones Jesús Murillo, Rogelio Rueda, Alejandro Zapata, Minerva Hernández deberán citar a sus compañeros para definir si salen los temas o se pide una ampliación de plazos.

Que el aún dirigente de la CNC, Cruz López, no sólo renunció a la presidencia de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados para mostrar su inconformidad frente a un supuesto recorte de 4 mil 400 millones de pesos al gasto para el campo, sino que, al calor de las discusiones, amagó al coordinador de los diputados federales del PRI, Francisco Rojas, con “mostrar el músculo” de los 70 legisladores del sector Campesino en las votaciones por venir.

Que ayer, desde el sonido local en el mitin que encabezó Andrés Manuel López Obrador en Toluca, se aseguró que la Agencia de Seguridad Estatal impedía el paso al centro de la ciudad a los camiones que acarreaban simpatizantes.

Lo cierto es que a ninguno de los vehículos les fue negado el paso, ni siquiera a las decenas de autobuses RTP de la ruta 99 del Distrito Federal.