viernes, 25 de febrero de 2011

COMO GALLINAS ASUSTADAS.

¿Qué haría usted si supiera que alguien descubrió que utilizando el terror y el engaño, se puede manejar fácilmente a la gente y hacerla que caiga en cualquier trampa sin que se dé cuenta? ¿Y que ésta es una magnífica manera para obtener mucho dinero y beneficios?



¿Recuerda usted la influenza porcina? El terror de morir por un virus desconocido y asesino y la declaración de una supuesta pandemia, convenció y movilizó fácilmente a la gente y los gobiernos de todo el mundo, a conseguir cantidades exorbitantes de dinero de donde fuera, para comprar vacunas y medicinas contra la influenza. ¿Sabe usted a dónde fue a parar todo ese dinero, quién ganó con toda esa locura provocada por el terror?



Alguien me decía que hace como 30 años, en su pueblito de Veracruz, los malos que siempre han existido en todos los tiempos, incendiaban las casas de sus conocidos. Su abuelita abrazaba a esos nietecitos que lloraban asustados y les decía: “no va a pasar nada, siempre ha habido estas cosas, pero sólo depende de Dios si nos pasa algo o no; si él no quiere, no nos va a pasar nada”. Y seguía diciendo: “Vivíamos en un jacalito de ramitas y aquí estoy, no nos pasó nada”. Tenemos que escuchar a esta abuelita, que seguramente era tan sabia como la nuestra.



Necesitamos detener el miedo y dejar de correr como gallinas asustadas. Necesitamos detener nuestra loca carrera y serenarnos. Y luego, abrir bien los ojos para observar qué está pasando.



Hasta la fecha hemos vivido como obedientes y confiados borreguitos que se dejan llevar por el pastor del rebaño. Pero ahorita hay que detenernos a averiguar por qué todo es diferente y caótico, si es porque anda por allí un lobo, o porque un nuevo pastor nos está llevando al matadero. Sin miedo, con nuestra mente fría necesitamos descubrir para qué se está utilizando ahora el terror.



Porque estamos en medio del terror nuevamente, como cuando la pandemia. ¿Qué están logrando ahora con nuestro terror? Que estemos solos, separados, escondidos en nuestras casas, sin salir casi, que no nos podamos reunir para unificarnos y defendernos aunque somos millones (no sé por qué me acordé de la película “Bichos”), y que tengamos tanto miedo que pidamos a gritos que salgan todos los soldados a las calles para cuidarnos.



Esto es algo que atenta contra nuestra propia seguridad porque el ciudadano común no tiene armas. No tenemos por qué vivir diariamente rodeados de soldados. Nuestros soldados mexicanos son hermanos nuestros, patriotas, jóvenes hijos de madres mexicanas; siempre hemos estado orgullosos de nuestro ejército mexicano. Pero ¿qué pasaría si, como en el cuento de los borreguitos, nos cambian un pastor bueno por uno malo? Los soldados tienen que obedecer órdenes de sus superiores, buenos o malos, con el único requisito de que sea un superior. ¿No es esto muy peligroso?



Curiosamente acaban de proponer al Congreso una nueva Ley de Seguridad para que sea aprobada urgentemente, con la misma urgencia con la que se cambiaron los requisitos de la ley para declarar pandemias. Antes era muy difícil declarar una pandemia, tenían que cumplirse muchos requisitos para que no sucediera lo que sucedió: no había bases para declararla, pero les urgía llevar a cabo su plan.



¿Por qué se está cambiando con tanta urgencia la Ley de Seguridad y se está obligando a los gobernadores de los Estados al formar el famoso Mando Único, que a nadie convence? Los gobernadores están cediendo su poder al ejército, como ya sucedió aquí en Nuevo León. Las personas de confianza del Gobernador, ya han sido sustituidas por un General. ¿Qué pasará si al rato el Jefe de ese General es sustituido por quién sabe quién, pues parece que en México ya nadie tiene el control de nada?



No conozco la Ley de Seguridad, pero existe el rumor de que en ella se quiere poner una clausulita altamente peligrosa, que diga que “en caso de emergencia en el país, el Secretario de Seguridad tomará el mando, en lugar del Presidente de la República”. Así todo quedaría en poder del ejército. ¿Un nuevo pastor del rebaño?



Si este rumor fuera cierto, ¿Quién va a declarar el estado de emergencia y con qué bases y autoridad? ¿Con las mismas con las que declararon la pandemia?



Amigos de la Barra de Abogados, ustedes tienen la palabra.

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