domingo, 27 de febrero de 2011

TRASCENDIO

Que para reforzar la creencia de que en política nunca hay que dar por muerto a nadie, bastaría haber visto anoche a Manuel Añorve.

Cuatro fines de semana después de su demoledora derrota en la elección por el gobierno de Guerrero, el priista Añorve apareció muy sonriente para echar el volado en la final del Abierto de tenis en Acapulco.

En su calidad de reincorporado presidente municipal, Añorve compartió las fotografías y las cámaras con dos colosos del tenis español: el top ten David Ferrer y Nicolás Almagro. Ya hubiera querido su victimario Ángel Heladio Aguirre un foro así.

Que hablando de guerrerenses, y ante la imposibilidad de hallar un candidato a la presidencia nacional del PRD, está corriendo la versión de que Marcelo Ebrard empujaría al diputado federal de Tecpan de Galeana Armando Ríos Piter.

Sería el “conciliador de bajo perfil” que Ebrard se sacaría de la manga.

¿En serio?

Que Sara Leticia Morales, ex directora del penal de Santa Martha, quien se hiciera famosa al aplicarse el botox dentro del centro de reclusión (que originalmente se pensó era para La Reina del Pacífico, Sandra Ávila), continúa trabajando en la Secretaría de Salud del DF.

El secretario Armando Ahued considera que hasta que la procuraduría capitalina no haga un dictamen de culpabilidad o responsabilidad, no se podrá actuar administrativamente contra Sara Leticia.

Así las cosas. Sin arrugas.

Que el cónsul de Estados Unidos en Ciudad Juárez, Dean Haas, se reunió con el presidente municipal, Héctor Murguía, y con el de Chihuahua, Marcos Adán Quezada, para proponerles la implementación del plan “Policía Comunitaria”.

Es, en esencia, el que aplicó Rudolph Giuliani en Nueva York cuando fue alcalde, allá a mediados de los años noventa.

Parece que el señor Haas los entusiasmó, en principio.

Que la tan promovida carrera atlética “La gran fuerza de México”, que se celebrará esta mañana en el Campo Militar Número Uno, será transmitida en vivo a través de un canal de televisión de paga.

La Secretaría de la Defensa Nacional quiere que, en verdad, el evento sea “histórico”.

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