En el centro del Distrito Federal más de 300 hombres y mujeres de negocios de todo el país se reunirán, a comer, con Andrés Manuel López Obrador. A comer, sí, y a debatir. Sobre economía. Sobre lo que debe hacerse para que existan, en México, cada día más empresas generadoras de riqueza y de empleo.
Hablarán dos empresarios importantes pero inconformes con la situación económica de México, muy poco competitiva. Uno de ellos, de Monterrey, exigirá una fuerte política antimonopolios. El otro, de Guadalajara, expresará lo que piensa de López Obrador y su proyecto de gobierno. Al primero lo he escuchado hablar en público y su discurso es, simple y sencillamente, impecable. Al otro le reconozco una enorme calidad humana.
Ellos dos no son personas a las que les haya ido mal en la vida. Todo lo contrario, han triunfado en los negocios. Pero, como el resto de los empresarios que estarán este día con Andrés Manuel, no están conformes con la nación que tenemos. No les parece adecuado que México sea el reino del oligopolio porque esto concentra la riqueza y aumenta la pobreza. Piden, a gritos, más competencia, para que todos los emprendedores tengan las mismas oportunidades de desarrollo.
Andrés Manuel escuchará y después dará su punto de vista. Dirá AMLO lo que sí, pero sobre todo lo que no piensa acerca de la empresa privada. Así de sencillo. Para que se acaben los mitos. Los empresarios que lo escuchen, en cuanto el tabasqueño termine de hablar, lo cuestionarán. Acerca de lo que quieran. Con libertad y respeto, como debe darse siempre el diálogo entre personas honorables.
El evento será abierto a los medios de comunicación y hasta será transmitido en directo vía internet a partir de las 2:30 de la tarde por varios sitios, entre ellos www.sdpnoticias.com.
Creo que quedará claro que López Obrador no es el ogro antiempresarial que la propaganda del PRI y el PAN ha intentado crear. Seguro estoy que los empresarios entenderán que AMLO no quiere menos, sino más empresas privadas, que aspira a darle más condiciones de competencia económica al sistema, que desea acabar con los privilegios de unos cuantos y que buscará, carajo, un cambio en la legislación de tal modo de que nadie pueda dejar de pagar impuestos amparado en las leyes. Es todo.
Si eso se cumple (si hay más competencia, si se acaba con los privilegios, si se pagan impuestos) a López Obrador le dará mucho gusto que se enriquezcan todo lo que quieran o puedan los más trabajadores, los más creativos o los más ricos. Porque el enriquecimiento de los emprendedores en un ambiente de sana competencia necesariamente se traducirá en más bienestar para los que menos tienen. Cosa que no ocurre en el México actual de los oligopolios y el tráfico de influencias.
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