No parecen casuales los acontecimientos que se han producido en el mundo en las últimas horas y que han sido protagonizados, en todos los casos, por el imperio estadounidense.
En medio de una oleada de condenas internacionales a la ONU y a la OTAN (organizaciones manejadas por Estados Unidos) por el asesinato de un hijo, la esposa y tres nietos de Kadafi, lo que constituye un típico CRIMEN DE GUERRA de la coalición que bombardea Libia, porque se trataba de civiles inocentes, Barak Obama informa al mundo la muerte de Bin Laden, ocurrida hace varios días, a manos del Ejército de Estados Unidos que incursionó en Pakistán.
¿Por qué Obama eligió este domingo 1º de mayo, a última hora, para brindar semejante noticia al mundo, cuando precisamente arreciaban las condenas internacionales por la muerte de los familiares de Kadafi?
¿Acaso se pretende legitimar el accionar de la coalición que ataca a Libia en función de lo sucedido con Bin Laden?
¿No es de suponer que Obama pretende eximir a la coalición internacional que bombardea Libia de su GRAVE responsabilidad en el asesinato de los familiares de Kadafi cambiando el ángulo de la información internacional al anunciar la muerte de Bin Laden, con una semana de atraso y la clara intencionalidad de evitar que la presión internacional le exija el cese del fuego sobre Libia?
Cabe también preguntarse:
¿Es casual que, en semejante momento, el Papa Benedicto XVI anuncie la beatificación de Juan Pablo II, dado que, como todos sabemos, el Vaticano está alineado con la coalición europea que bombardea Libia?
Por último, ¿a qué obedece la visita de Felipe Calderón al Vaticano?
¿Acaso no viola la Constitución mexicana que establece el carácter laico del Estado?
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