¿Qué diablos es el PANAL que tantas columnas y primeras planas ha alcanzado en estos últimos días?
A nivel nacional, las intenciones del voto a favor del Partido Nueva Alianza son prácticamente inexistentes. En los estados, el PANAL no figura entre los partidos fuertes, no es recordado por los electores, casi nadie sabe qué quieren decir sus siglas y sus dirigentes, en su mayoría, tienen un perfil muy bajo y sin incidencia en la agenda pública. Nadie sabe qué ideología defiende, ni por qué puede lo mismo ir aliado con el PAN que el PRI o incluso el PRD. En sus propias encuestas, las conclusiones hablan de una crisis grave de identidad política, de falta de liderazgos sólidos y reales.
El posicionamiento de “Nueva Alianza”, su nombre real, está más ligado al PANAL y a su abeja reina: Elba Esther Gordillo, aunque ella no sea una afiliada ni una militante. Los nombres de los dirigentes son más identificados entre los formadores de opinión como un partido de castas, de élites y del club de amigos de la familia Gordillo. Por ejemplo, el mérito de un Alberto Cinta en el 2006, cuando el PANAL lo hizo su candidato era su amistad con Mónica Arriola, lo mismo que un buen número de candidaturas. Abajo, la estructura del PANAL está el magisterio, que opera silencioso y a veces políticamente eficaz. Para ellos hay regidurías y puestos menores como el pago a los trabajos realizados.
Pocos, muy pocos saben que el tema de la “educación” es la principal oferta de Nueva Alianza y que su ideología es “liberal”; que sus estatutos han sido bien pensados aunque en los hechos operen contrariamente a todo. En el PANAL, según una encuesta que han hecho circular entre analistas y despachos, saben que un 31% de la población reconocen con “mala preparación” a los profesores del SNTE, que hay 54% “de insatisfacción” en el desempeño de los profesores, y el dato más crítico, que 36% de la población no apoyaría a nadie que Elba Esther Gordillo impulse a un puesto de elección popular. Por eso, cada que Elba aparece apoyando a alguien, de inmediato se dice que es el “beso del diablo”. Eso pasó con Marcelo Ebrard y eso pasará con Miguel Ángel Mancera si no se sacude la invitación.
Pero este minipartido, a diferencia de otros institutos políticos que han pasado a la historia por ser sólo coyunturales, es uno de los más buscados por las cabezas de los tres principales partidos, porque cuenta con una estructura muy armada y muy aceitada para operar en tiempos electorales. Es el magisterio comisionado o “licenciados” para hacer política sindical, pagado por los impuestos de los mexicanos, los que operan en tiempos electorales. Muchos los repudian en público, pero en privado les piden sus servicios.
El 19 de octubre del año pasado, en SDPNoticias, esta Columna Incómoda ya había advertido de esta situación y que Elba Esther aún no sentía segura la negociación con el PRI http://sdpnoticias.com/columna/5339/Columna_incomoda_Elba_la_gran_electora apuntó que “con miras al 2012, Calderón decidió apretar las tuercas a Elba Esther; sabía que estaba gravemente enferma y que ni con los mejores médicos de California podría salvar su hígado. Quiso Calderón y el PAN aprovechar esa información y adelantaron las presiones contra el SNTE y el Partido Nueva Alianza, orillando a Elba a refugiarse al poderos Grupo Estado de México, fingiendo un apoyo a Enrique Peña Nieto.” Lo cual, finalmente se confirmó.
Asimismo, se apuntó que “Elba se dio a desear y encareció su respaldo al calderonismo. Contra el discurso panista que decía no volver a pactar con la lideresa del SNTE, lo volvieron a hacer y en otra de esas alianzas contranatura, el PANAL y el PAN” fueron juntos con “Cocoa” Calderón al gobierno de Michoacán.
“Lo más chistoso en el PRI es que no sólo la maestra juega las contras a sus orígenes y sus ‘idiotas funcionales’ del PAN. Al interior del PRI los enemigos históricos de Elba, el duo Roberto Madrazo-Beltrones, están operando para cerrarle las puertas a la reafiliación a la maestra y desde el 2010 están jugando contra el propio PRI. Les dolió el madruguete del Grupo Edomex y Elba para imponer a Humberto Moreira y esperan con ansias su caída…”
Y así ocurrió finalmente, Beltrones, a través de Francisco Labastida, fue quien más se opuso a la candidatura de Fernando González, el yerno de Elba, al Senado de la República y en Baja California, los priístas hicieron lo propio para cerrarle el paso al hijastro de Elba, Jorge Kawagi.
El PANAL por sí sólo es difícil que gane con candidato presidencial propio, pero lo hará si es necesario para mostrar su poder real. A niveles estatales, probablemente la alianza PRI-PANAL se mantenga. Se menciona a la ex jefa de Gobierno del DF y ex dirigente nacional del PRD, Rosario Robles Berlanga, como quien podría abanderar a Nueva Alianza. Si Chayo y sus “Adelitas” aceptan, es porque así se lo habría pedido su amigo Humberto Moreira, quien la rescató luego de que “Chayito” estaba “apestada” en las filas de la izquierda.
Si esto ocurre, con Chayo o sin ella, es porque el PANAL esperará a la recta final para que declinen sus candidatos ya sea por priístas o panistas e incluso perredistas. Todo depende del tamaño de la pedrada en la negociación de posiciones con la señora Gordillo, porque muchos la necesitan aunque por fuera digan lo contrario.
alexiabarriossendero@gmail.com
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