No voy a analizar, o no ahora, el fondo del conflicto entre MVS y Televisa. Solo diré que, mil a uno, el noticiero estelar de la primera empresa, el conducido por Carmen Aristegui, es más creíble que el principal espacio informativo de la segunda compañía, el encabezado por Joaquín López-Dóriga.
Escuchando hace rato a la señora Aristegui en la radio me enteré de que Televisa, que preside uno de los hombres más ricos del mundo, Emilio Azcárraga, en un comunicado cuestionó la calidad periodística de esta mujer extraordinaria.
Solo como broma, o como demostración de hasta dónde alcanza a llegar el cinismo, puede Televisa, que hace el peor periodismo en México, cuestionar a la mejor periodista que hay en nuestro país.
El trabajo de Carmen no es perfecto, pero es muy bueno. A su nivel solo está el quehacer periodístico de La Jornada, que durante tantos años ha dirigido con excelencia la señora Carmen Lira.
Por lo demás, a diferencia de casi todos los periodistas más o menos conocidos de la televisión y la radio, Carmen Aristegui es una persona sencilla. Se trata de un hecho destacable porque, vaya que se pasan de mamones, por ejemplo, los participantes en Tercer Grado.
El nivel de Carmen lo tuvieron, pero lo dejaron ir, Ciro Gómez Leyva y Denise Maerker, las mayores decepciones del periodismo mexicano.
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