Por Federico Arreola
22 de Septiembre, 2009 - 08:30
En La Jornada, Julio Hernández escribió este martes acerca de Andrés Manuel López Obrador. Voy a comentar su texto.
"Es tiempo de preguntarse si se ha agotado el esquema de movilización y protesta" de AMLO.
Respuesta: Ese esquema no se ha agotado porque la única ruta alternativa a la vista es la violencia.
"Mismas acciones (de AMLO) frente a mismos problemas están dando los mismos resultados: activismo voluntarioso, protesta pública heroica..., fidelidad militante y concentración de programas y expectativas en la figura central del líder pero no aún el giro adecuado para convertir la gran crisis nacional en una alternativa viable de organización política y social".
Respuesta: Julio, para entender lo que pasa, tendrá que acompañar a AMLO a las reuniones que cada tres meses sostiene con los representantes del gobierno legítimo en todo el país. Si lo hiciera, vería que ahí hay "una alternativa viable de organización política y social". A veces hay que salir del despacho para ver cómo andan las cosas allá abajo.
"La crisis en curso reclama... de los seguidores de López Obrador, nuevos enfoques y acciones, que aprovechen y potencien la fuerza personal de su líder pero que al mismo tiempo ofrezcan nuevas formas de participación a los amplios segmentos sociales que se han quedado entrampados entre la propaganda oficialista apabullante que ha difamado al tabasqueño".
Respuesta: Eso es cierto, a AMLO debe acercarse a las clases medias y altas. Pero en los últimos días, sobre todo a través de un artículo que publicó en Reforma ("Mensaje de AMLO a los empresarios"), Andrés Manuel parece estar empezando a enderezar el rumbo.
"De continuar la lógica de las concentraciones públicas movidas por el interés de sus palabras personales, y de persistir en la obsesión electoral con él mismo como necesario actor estelar, tanto el movimiento como él (AMLO) pueden quedar, irónicamente, en una frecuencia distinta a aquella en la que va entrando el país".
Respuesta: Si Julio conoce una opción más fuerte que AMLO para encabezar a la izquierda en las presidenciales de 2012, que la presente.
Y Julio la presenta: "De no darse el replanteamiento a la alza, incluyente, combativo y no electorero, el tabasqueño y su entorno estarán cediendo el paso a las opciones de izquierda que encajan en el modelo de repartición concertada del pastel que promueve el salinismo. Marcelo Ebrard, bien visto por Elba Esther Gordillo y siempre asesorado por el maestro Camacho, podría convertirse entonces en la pieza inteligente y moderna que sea capaz de inducir una muy lucidora reunificación de las izquierdas".
Respuesta: El solo dato de que a Marcelo lo apadrinan Manuel Camacho y Elba, lo descalifica y prueba que AMLO, a pesar de los pesares, sigue siendo la única opción
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