El 16 de julio, la PGR reportó 24 mil 826 decesos por la violencia vinculada con el crimen organizado. El titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Guillermo Valadés, informó que han ocurrido 963 enfrentamientos entre la delincuencia y la autoridad en lo que va del sexenio, lo que en promedio significa uno por día, y que suman ya poco más de 28 mil asesinatos derivados del combate al crimen organizado. Es decir, del 16 de julio al 3 de agosto se registraron 3 mil muertos más.
Si estos datos no le abren los ojos al inquilino de Los Pinos para comprobar que su estrategia de guerra no ha servido para nada, lo único que podemos deducir es que está obedeciendo órdenes de quienes sí salen beneficiados con la devastación del país. Es increíble que a estas alturas sigan acudiendo representantes de la sociedad civil a reuniones extraordinarias sobre seguridad nacional. No se dan cuenta que nunca ha existido diálogo. La estrategia no va a cambiar porque es un dictado de Washington.
El rector de la UNAM. José Narro, advirtió que es probable que al terminar 2010, México tenga una cobertura educativa universitaria cercana a 30 por ciento, es decir, cuatro puntos por debajo del promedio en América Latina y el Caribe, y alrededor de 20 puntos por debajo de Islas Vírgenes, Argentina, Chile, Uruguay o Venezuela. A pesar de que el Distrito Federal tiene más de 55 por ciento de cobertura en educación superior, la más grande del país, y que cuenta con las mejores instituciones respecto del resto de las entidades federativas, no basta para cubrir la demanda que necesitamos.
Lo que resulta claro es que la mayoría de los jóvenes rechazados del sistema educativo nacional están integrándose a actividades ilícitas que les ofrecen dinero fácil y los apartan de la cultura, el deporte, la ciencia y el arte.
Vamos por el camino equivocado. La descomposición social nos coloca en desventaja frente a los países que están educando a sus jóvenes, protegiendo sus reservas naturales, impulsando sus industrias y mirando al campo para lograr la autosuficiencia.
Calderón quiere acabar con el crimen organizado haciendo lo mismo que ellos: MATANDO. La pobreza y la desigualdad no se combaten eliminando a los pobres y a los desiguales, sino rompiendo las brechas para que todos gocemos del mínimo de bienestar que merecemos como ciudadanos de un país "libre" y "democrático".
VAMOS por el cambio con AMLO en el 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario