martes, 22 de febrero de 2011

AMLO y el pacto de 2012-- Indice politico

En la última decena del mes de enero, “en la suite de un lujoso hotel de la zona de Polanco se habrían reunido Roberto Gil Zuarth, Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard para analizar y definir la hoja de ruta del proyecto aliancista en el corto y mediano plazos”, informa la edición 519 el Análisis Político semanal elaborado por la prestigiada consultora Strategos, que fundara el ya fallecido y bien recordado Jesús Pérez Piñón.

Continúa el Análisis, ahora dirigido por Cecilia Rubio:

“Según algunas fuentes, el acuerdo base de esa reunión habría girado alrededor de la estrategia para potenciar en los próximos meses la acción envolvente contra el PRI: a los líderes formales del PRD les tocaría desplazar en definitiva a Andrés Manuel López Obrador como centro y factor crítico de las izquierdas y ubicar en su lugar a Marcelo Ebrard, quien se ha colocado como puntero del proyecto aliancista para el 2012. A AMLO le cerrarían sus fuentes de financiamiento desde el GDF. La paradoja de este pacto sería que López Obrador caería víctima de su otrora protegido: Marcelo Ebrard, quien nunca hubiera llegado al puesto que hoy ostenta si Andrés Manuel no lo protege en varios episodios que lo hubieran aniquilado políticamente.

“El esquema pactado en la reunión de Polanco contemplaría que Marcelo y los chuchos neutralicen a AMLO en tanto el gobierno federal mantendría su ofensiva contra el PRI. Está claro que si el pacto es exitoso, la ruptura entre Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard se antoja inevitable.”

El choque, pues, está en curso.

Ha bastado la ahora sí real posibilidad de que PAN y PRD vayan juntos tras la gubernatura del Estado de México, para que López Obrador se “neutralizara”, cual habrían pactado conseguir Camacho y Ebrard con el representante de Felipe Calderón, Gil Zuarth. Porque es claro que la “licencia temporal” a su militancia en el sol azteca –anunciada por el propio AMLO este fin de semana– es, en realidad, un deslinde (tardío) a las prácticas entreguistas, autodegradatorias, practicadas por “los chuchos”.

Y es que, estas alianzas de la sedicente izquierda política con la derecha más autoritaria que el país haya conocido sólo han beneficiado a Calderón y a la organización blanquiazul que verticalmente dirige desde Los Pinos.

“El esquema aliancista le ha dado vida a un gobierno inmerso en una innegable debilidad estructural y en una insólita condición de orfandad política –apunta Strategos–. Muchos factores estructurales de apoyo han abandonado al régimen y esperan el cambio que promete el 2012. Justo en esta perspectiva debe valorarse el servicio que la ‘izquierda’ perredista le ha dado al Presidente y a su partido. Sin el oxígeno de esas alianzas, está administración ya habría suscrito un pacto de cesión anticipada de poder.”

Paradoja de paradojas, pues. Aquellos que objetaron el fallido fallo del Tribunal Electoral en septiembre de 2006, Ortega, Zambrano, Navarrete, et al, son ahora los mismos que han impedido que la tambaleante y también fracasada Administración de Calderón se fortalezca en los enclaves electorales que, como Oaxaca y Puebla con grandes cantidades de electores, son fundamentales para lo que viene en el 2012.

Las alianzas en el Estado de México y para las federales del año próximo, empero, dependen de factores más humanos que estratégicos.

Por lo pronto, el potencial que Jesús “Chucho” Ortega ofertaba a Calderón y a los panistas, queda menguado con la “licencia temporal” de AMLO y, con él, la de muchísimos de sus no pocos seguidores en el Estado de México –y en varias regiones del país– donde su liderazgo social es innegable y va in crescendo.

Depende, asimismo, de que Calderón mantenga su hegemonía en el PAN, lo que no se ve muy claro con Gustavo Madero, quien parece llevarle las contras, cuando menos con el “destape” de “los 10” que dizque tienen posibilidades de suceder al michoacano.

La volubilidad de Manuel Camacho –primer salinista que una mañana amaneció cual primer antisalinista– es otro factor a considerar.

Lo mismo que las debilidades –corrupción, sobre todo– de Marcelo Ebrard.

Lo más fortuito, empero, también es la presencia en estos pactos de la ¿aún “vicepresidenta”? Patricia Flores Elizondo, de quien Margarita Zavala no se ha podido desembarazar.

“El éxito del Pacto depende de su operación y de las circunstancias políticas. Quienes conocen cómo está estructurado, refieren que Roberto Gil Zuarth descansa su operación en Patricia Flores Elizondo, ex jefa de la Oficina de la Presidencia de la República, quien con teléfonos encriptados, que cambia cada dos semanas, da seguimiento a los acuerdos justamente con Manuel Camacho Solís”, informa el Análisis Político de Strategos.

Con esto se entiende el deslinde (tardío) de López Obrador con la caricatura de partido que Jesús Ortega ha convertido al PRD.

Índice Flamígero: Cinco años de “activar la mente” de los televidentes cumplió al aire Proyecto 40. Enhorabuena para Luis Armando Melgar y todo el gran equipo que ahí se desempeña. + + + De esos lares llega también la noticia de que el presidente de Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, organizó en Guatemala el foro “¿Qué perdemos cuando se pierde la libertad de expresión?”, en la que participaron periodistas de varios países de América Latina junto con el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Gonzalo Marroquín, donde se analizaron temas medulares como la importancia de la libertad de prensa en Iberoamérica, problemas de los periodistas con los gobiernos en turno, censura a los medios electrónicos, el papel de la libertad de información y la independencia de los comunicadores, entre otros. + + + Valiente, bravo, el retorno de Carmen Aristegui a su imprescindible noticioso matutino. Tal sólo es dable cuando las empresas apoyan a sus periodistas. Y al final, MVS la apoyó, merced al empuje social que provocó su –ahora temporal– despido

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