martes, 22 de febrero de 2011

Astillero-- Bartolismo al cordero-- Con 6 mil al mes-- Carpa La Izquierda-- Sostiene Wikileaks-- Julio Hernández López


FIRMA DE ACUERDO EN LA CANCILLERÍA. El ombudsman capitalino, Luis González Placencia, y la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, durante el acto para promover los derechos de las personas con discapacidadFoto Cristina Rodríguez

El secretario Cordero hizo ayer lo suficiente para volver a ser considerado un decoroso aspirante presidencial del PAN. Nadie o casi nadie se enteró de que el casi inédito secretario de Hacienda y Crédito Público se había descartado de la baraja de diez piezas de blanco y azul de la que según eso habrá de salir el candidato oficial a la sucesión. Pero cierto es que el antes mencionado secretario a la Nación hizo saber, hace apenas unos pocos días, que no le interesa pelear por Los Pinos y que él seguirá en su oficina hacendaria cuando se realicen las elecciones de 2012: no está en mis planes, estoy haciendo mi trabajo, no me estoy distrayendo en nada, dijo el niño Ernesto para demostrar a su superior que está concentrado en sus deberes burocráticos y no en el pequeño jaloneo futurista. Dénme por muerto, en versión blanquiazul. Jugada de presunta distracción para que no continúe corriendo la especie de que el susodicho Neto es la carta verdadera de su contlapache Lipe para buscar la continuidad de la banda en el poder.

Pero, ayer, masas enfebrecidas mentaron su apellido y analizaron con enjundia algunas de las palabras que tuvo a bien pronunciar para ir consolidando con datos duros la noción económica del bienestar inocultable que se vive en el reino de Calderolandia. Con seis mil pesillos –poco menos de lo que él gana por día como miembro del gabinete real–, hay familias muy luchadoras que logran tener crédito para automóvil, cubrir los gastos de la casa y pagar colegiaturas en escuelas particulares. Nomás que, precisó el gran agitador de conciencias, el mezclador de esperanzas dispersas, el caballito de grandes batallas por venir, a los mexicanos como que les gusta quejarse de todo, así que mantienen una actitud de inconformidad que no tiene sustento en las cifras oficiales sobre comportamiento económico de la nación: los mexicanos van bien, les parezca o no les parezca.

Con su tesis revolucionaria del pequeño paraíso a partir de los seis mil pesos, el visionario Cordero, que no Cordura, demuestra que el foxismo es una flor transexenal de pétalos contagiosos, y que una especie de ley pendular del panismo podría ofrecer a los mexicanos un periodo de tragicomedia con botas, luego un drama sangriento con un pequeñín aferrado a jugar a las guerritas y, de postular al ahora titular de la SHCP, la vuelta a las marquesinas de las tandas cómicas de Chente, ejecutadas con singular solemnidad y fundamentadas según eso en las también hilarantes historietas de numeritos editadas por la compañía de maquillajes estadísticos conocida como Inegi. ¡Cordero para presidente, con seis mil pesos mensuales de sueldo y la canción de Chava Flores, La Bartola, como himno de campaña!

Momentos de humorismo involuntario también se viven en la carpa conocida como La Izquierda. De pronto se para a mitad del foro quien durante largo tiempo había desempeñado el rol de villano respecto al lopezobradorismo, el primer factor (de división interna), Jesús Ortega, para pedir que no se vaya de la obra otro factor, tabasqueño, al que en realidad la compañía teatral de Los Chuchos ha querido ver fuera de reflectores desde mucho tiempo atrás. Luego se sumó a esa emisión de lágrimas de cocodrilo el galán Marcelo, que hizo alianzas oscuras con los adversarios del otoñal personaje conocido como El Peje, al grado de orillarlo a tomar drásticas decisiones (¡oh!) y anunciar su retiro provisional de la cartelera. Y, para cerrar el cuadro, el dramático López Obrador anuncia que está dispuesto no sólo a hacerse a un lado, sino incluso a ayudar al galán Marcelo si éste es nombrado candidato presidencial por los malvados Chuchos que siguen dominando la escena formal. Entre bambalinas, mientras tanto, el plácido Alejandro Encinas analiza el rol que más le convendría desempeñar conforme se vaya desarrollando el libreto.

Astillas

Los documentos de Wikileaks publicados por La Jornada este lunes constituyen una confirmación de lo que millones de mexicanos vieron en 2006: la debilidad política extrema de un personaje repudiado (al que menospreciaba hasta Vicente Fox) y el comportamiento errático, apocado y entreguista de alguien que con tal de acomodarse en Los Pinos cedió y concedió lo que fuera necesario. A diferencia de lo que sucede hoy, por ejemplo, en el mundo árabe, donde se extienden las protestas populares más allá de las fronteras regionales, en 2006 Estados Unidos se esforzó por impedir que la oleada de distintas formas de izquierda que bañaba a América Latina llegara al poder en México. Todo (hasta Calderón), con tal de impedir el arribo de un populista o reformista o izquierdista apellidado López Obrador...

Los directivos del IFE, sobre todo el gerente general, Valdés Zurita, sostienen un ritmo impresionante de deslegitimación. Sabidas son las intrigas y andanzas cupulares que han llevado a ese instituto a niveles de baja credibilidad entre los ciudadanos, y ahora insisten en mantener un fondo de modernización inmobiliaria que en el fondo es otra oportunidad de hacer negocios y de seguir enterrando cualquier pizca de prestigio por esos rumbos que aún quedara...

Continúan en planos sombríos las versiones sobre el asesinato de un agente estadunidense en San Luis Potosí. Un diario de El Paso, Texas, ha publicado presuntos comentarios hechos por el policía superviviente a algunos conocidos y compañeros en los que, entre otras cosas, señala que el fallecido cometió los errores de desactivar los seguros de la camioneta blindada, al estacionarla, y de bajar un poco el vidrio de su lado, lo que permitió un forcejeo con los atacantes que pretendían entrar al vehículo y luego la colocación, entre la abertura, del cañón del arma que causó el homicidio. Hay quienes creen que los estadunidenses conocían a quienes luego los iban a agredir, y algunos aventuran incluso siglas e uniformes oficiales en el asunto. Pero, de cualquier manera y sin tregua, la FBI sigue investigando abiertamente en México y se mantiene la presión del país vecino sobre el gobierno calderonista de crónica debilidad política extrema... ¡Hasta mañana!

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