lunes, 14 de septiembre de 2009

Entrevista con Rafael Correa ---AMY GOODMAN---

El presidente del Ecuador habla del capitalismo global, por qué no renovará la presencia de la base estadounidense en Manta, de Chevron en la Amazonia, de la guerra de Obama en Afganistán y de otros temas
Junio 29, 2009

AMY GOODMAN: Entrevisté al Presidente Correa el pasado jueves y comencé por preguntarle qué opinaba sobre la ausencia de muchos líderes de Estado en la conferencia de la ONU. De acuerdo con varios informes de prensa, diplomáticos de Occidente dijeron que la conferencia era una plataforma para atacar el capitalismo.

RAFAEL CORREA: Bueno si esto es un ataque al capitalismo creo que se lo tiene merecido. Mira el problema en que nos tiene metidos.

Así que no entiendo a la gente que no acude porque puede derivar en un ataque al capitalismo. Deben tener un sesgo ideológico muy fuerte, porque probablemente si pensaban que iba a ser un ataque al socialismo, muchos hubieran venido encantados.

AMY GOODMAN: Diganos por qué usted cree que en este momento debemos tener una postura crítica frente al capitalismo. ¿Qué cree usted que debe pasar ahora en este sentido?

RAFAEL CORREA: Bueno lo que hemos vivido en las últimas décadas en el mundo entero ha sido una locura total. Todo esto en función del capitalismo. Vaya vea lo que se hizo en América Latina con la fuerza laboral. Se la trató como un vulgar instrumento de acumulación de capital, y se impusieron mecanismos de explotación como tercerización, intermediación laboral, se trataron de destruir los estados nacionales, o al menos minimizar los estados nacionales, sobre todo en roles claves como el económico, bajo el fundamento más cercano a la religión que la ciencia, de que todo lo resolvía el mercado.

Podría extenderme mucho más en esto, pero los resultados están ahí. Mayor desigualdad en América Latina, no hemos resuelto el problema del desempleo. De hecho el desempleo es más alto que en décadas anteriores. Y no hemos resuelto el problema de la pobreza. Hemos perdido mucha soberanía al aplicar políticas que no correspondían a nuestras realidades. Y finalmente nos enfrentamos a una crisis que no hemos provocado nosotros pero de la cual somos sus principales víctimas. La mayor crisis desde los años 30 del siglo pasado del capitalismo global. Pero que no es generada por factores externos al sistema sino por la esencia misma del sistema. Exacerbar el individualismo, la desregulación, la competencia, etc. Eso nos muestra
claramente que algo tiene que cambiar.

AMY GOODMAN: Ecuador se esta uniendo al ALBA, la alianza Bolivariana vista como una alternativa al esfuerzo por expandir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) alrededor de América Latina, ¿Cuéntenos por qué tomó esta decisión y qué pretende lograr con esta alianza?

RAFAEL CORREA: Why not? ¿Por qué no? Es decir, somos países amigos, hermanos, coincidimos en muchas visiones. ¿Por qué no acceder a este espacio de integración? Que entre otras cosas avanza mucho más rápido que otros espacios de integración, que cometieron el error de querer incluir a todos. Entonces vamos al ritmo de los que no quieren integración. Los que voluntariamente nos adherimos al ALBA queremos la integración de los pueblos latinoamericanos. Y se ha avanzado mucho más rápido que en otros espacios de integración. En todo caso le he dicho why not? ¿Por qué no unirnos al ALBA?

Ahora le voy a decir ¿Por qué sí?

Sólo un dato para que vea. En estos momentos en el ALBA tenemos el 30% de los votos de la Organización de Estados Americanos. Entonces ya tenemos un peso específico, una voz muy contundente para proponer otros puntos de vista. Por ejemplo, sólo por decir a la Organización de Estados Americanos, pero lo mismo podemos hablar de Naciones Unidas. Sólo eso justificaría el ingreso al ALBA. Pero hay muchas cosas adicionales.

AMY GOODMAN: Ustedes no están negociando un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, pero si lo están haciendo con la Unión Europea, ¿por qué?

RAFAEL CORREA: No. Nosotros no estamos conversando de un Free Trade Agreement (Tratado de Libre Comercio) con la Unión Europea. Estamos hablando de un comercio justo para el desarrollo. Así fue planteado inicialmente el acuerdo. Primero un acuerdo de bloque a bloque Unión Europea-Comunidad Andina con tres pilares: Diálogo político, cooperación y comercio. Y este último, comercio, entendido como comercio para el desarrollo.

Lastimosamente todo eso se fue deteriorando, entre otras cosas porque dos países de la Comunidad Andina ya tienen un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Me refiero a Colombia y Perú, y tienen muy poco que perder en la negociación con la Unión Europea. Entonces lo primero que se desmoronó fue la negociación de bloque a bloque. Y luego, es claro, el énfasis se centro en el aspecto comercial y, tengo que reconocerlo, también la Unión Europea lo trató de enfocar como un Tratado de Libre Comercio. Eso siempre ha sido rechazado por Ecuador. Nos interesan las tres dimensiones del acuerdo: diálogo político, cooperación y comercio. Y dentro del aspecto comercial, un comercio justo, no esto que creemos que es un simplismo de el libre comercio, liberalizar todo. Y estamos negociando duramente con Unión Europea. En el caso que no nos satisfagan los acuerdos llegados, sencillamente no firmaremos nada. Pero le insisto, no estamos negociando un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea.

AMY GOODMAN: El contracto entre Estados Unidos y Ecuador sobre una de las bases militares estadounidenses más grande en América Latina, Manta, se vence al final de este año, y usted no piensa renovarlo, ¿Por qué?

RAFAEL CORREA: ¿Por que sí? Mire si quiere yo lo renuevo con una condición. Que me permitan poner una base militar ecuatoriana aquí en Nueva York. Si no hay ningún problema en tener bases extranjeras entonces podemos llegar a un acuerdo. Creo que a todos los que nos escuchan eso les parecerá imposible, bueno a los ecuatorianos también nos parece imposible, en nuestra visión de soberanía, al menos con el actual gobierno, tener una base extranjera en el suelo patrio.

AMY GOODMAN: Recientemente usted también expulsó a un diplomatico estadounidense, Armando Astorga, llamandolo insolente y tonto, y lo acusó de tartar a Ecuador como una colonia.

RAFAEL CORREA: Sí. No sé si ustedes conocen, que entre otras cosas, por el desmantelamiento del estado, que Ecuador ha sufrido en los últimos años, el dinero para que funcionen ciertas unidades de policía, e incluso ciertas unidades de inteligencia, tanto policiales cuanto militares, era dado por la Embajada de Estados Unidos. Esto ya es suficientemente grave. Pero ni siquiera era una ayuda incondicional, espontánea, sino que ellos escogían los directores de esas unidades policiales. Les hacían pasar detectores de mentiras en la propia Embajada de Estados Unidos. Resulta que esas unidades respondían más a la Embajada de Estados Unidos que al Estado Ecuatoriano. Y el momento en que soberanamente quisimos cambiar al director de una de esas unidades, el Sr. Astorga, con total prepotencia, manda una carta diciendo que tenemos que devolver todo lo que nos ha dado Estados Unidos, computadoras, carros, etc. Bueno, que se lleven todo, pero también se va el Sr. Astorga del país porque nosotros no somos colonia de nadie.

AMY GOODMAN: Señor Presidente usted cree que el Presidente Obama representa algo diferente para América Latina, específicametne para el Ecuador?

RAFAEL CORREA: Sí, yo estoy convencido de eso. De hecho ya hemos empezado diálogos bilaterales muy fructíferos, a muy alto nivel, lo cual nunca se había dado con la Administración Bush. Y no sólo eso, es ya, es la construcción de confianza, y creo que el Presidente Obama brinda confianza. En lo personal creo que es una persona transparente, y con recta intención. Entonces creo que sí, las cosas van a cambiar en cuanto a política exterior de Estados Unidos sobre todo con respecto a América Latina.

AMY GOODMAN: Déjeme preguntarle sobre los recientes comentarios del Presidente Chavez, en los cuáles apoya la victoria del actual Presidente Iraní, Mahmud Ahmadinejad. ¿Cómo ve usted lo qué acaba de pasar con las tan disputadas elecciones en Irán?

RAFAEL CORREA: Bueno hemos hablado con nuestro Encargado de Negocios en Irán, él me dice realmente que es una reacción absolutamente exagerada porque la victoria del presidente Ahmadinejad es demasiado amplia. Estamos hablando de al menos 6 millones de votos. Todas las encuestas lo daban como vencedor. Entonces no se explica esta reacción de la oposición. No quiero inmiscuirme en asuntos internos iraníes, pero realmente resulta sospechosa una reacción de esta índole frente a una tan amplia victoria. En todo caso, tengo entendido que el Consejo de Guardianes ha ordenado recontar los votos, etc. Ojalá las cosas se resuelvan pacíficamente y se determine quién fue el ganador de la contienda electoral pero insisto, los informes que tenemos en Teherán es que la victoria del Presidente Ahmadinejad es extremadamente amplia. Que no hay por dónde perderse, por dónde hablar de fraude.

AMY GOODMAN: Y con respecto al asesinato de un buen número de manifestantes, ¿Usted condena estas muertes?

RAFAEL CORREA: Bueno habría que ver en qué situación se dieron esas muertes. O sea, ha habido, estamos hablando de un país de 80 millones de habitantes donde ha habido graves protestas callejeras, desconozco las condiciones precisas en que han sucedido esas lamentables muertes que todo el mundo debe lamentar y solidarizarse con las víctimas y sus familiares, pero obviamente si hay protestas y hay violencia en un país de 80 millones de habitantes, es probable que puedan ocurrir estos acontecimientos, sin que eso necesariamente implique represión y atentados a derechos humanos, pero que se investigue todo lo que haya que investigar.

AMY GOODMAN: Déjeme preguntarle, señor Presidente, sobre otra incendente de represión violento, y es acerca de lo que pasó en el Perú en contra de aquellos que estuvieron protestando en el Amazonas en contra de la apertura de la zona a la explotación minera, que en útlimas llevó a la renuncia del presidente del Consejo de Ministros. ¿Usted condena al presidente García por lo que pasó en el Perú?

RAFAEL CORREA: Mire, le insisto, nosotros no vamos a mezclarnos en asuntos internos de ningún país. Eso se tendrá que resolver dentro de la institucionalidad de Perú, y establecer las responsabilidades que el caso amerite.

AMY GOODMAN: Ahora, usted conoce el tema de la explotación por parte de grandes corporaciones en su propio país, 10.000 indígenas han cursado una demanda en contra de Chevron, lo que es ahora Chevron Texaco. Un experto desigando por un juez ecuatoriano ha dicho que Chevron tendrá que pagar alrededor de 27.000 millones de dólares, ¿Cuál es su opinión al respecto?

RAFAEL CORREA: Ése es un litigio privado de organizaciones sociales de la Amazonía contra la transnacional Texaco-Chevron. Ahí el Gobierno Ecuatoriano no tiene nada que hacer a nivel judicial. Obviamente somos testigos de los daños en la Amazonía y nos solidarizamos con esas organizaciones sociales. Pero insisto, como gobierno no somos parte y tampoco podemos inmiscuirnos en el proceso judicial.

AMY GOODMAN: Usted ha visitado el area afectada, y ha mostrado su apoyo. ¿Cuál es el daño que se ha hecho en la región?

RAFAEL CORREA: Terrible. Las compañías petroleras todavía siguen haciendo lo que quieren. Pero en esa época realmente es la ley de la selva. No había procesamiento de residuos, de aguas contaminadas, todo se botaba a los ríos, se hacían lagunas totalmente antitécnicas. Usted puede ir a la Amazonía ecuatoriana y de repente enterrar la mano en un terreno y la saca llena de petróleo. Dejaban botado el petróleo ahí, con total impunidad. No había control del estado y estas compañías claramente abusaron del país. Estas compañías han hecho de nuestro país, algo que nunca se hubieran atrevido a hacer, ni de lejos, en los Estados Unidos. Y ya es hora que respondan frente a la justicia.

AMY GOODMAN: ¿Usted ha escuchado sobre el caso de la liquidación que Shell tendrá que pagar a la familia Saro-Wiwa, del acitivista Nigeriano que fue asesinado hace catorce años? El estaba denunciando a Shell por la explotación del delta del Níger. Y justamente hace poco tuvieron que llegar a un acuerdo que asciende a los 15 millones de dólares que serán pagados a la familia y los Ogoni. ¿Usted cree que este caso es un ejemplo positivo?

RAFAEL CORREA: Pero por supuesto. No conozco el caso pero por supuesto, que ya estas empresas rindan cuentas, se responsabilicen de todo lo que hicieron, porque le insisto, sí molesta, indigna, como latinoamericano, la doble moral de ciertas transnacionales. No es que no podían hacer de otra manera. Había la tecnología, había las medidas para prevenir daños ambientales, etc. No lo quisieron hacer. Porque éramos países pobres, probablemente nos consideran inferiores. Pero lo que hicieron a nuestros países, jamás se hubieran atrevido a hacerlo en Estados Unidos.

AMY GOODMAN: Indígenas y campesinos protestaron recientemente en contra de sus políticas relacionadas con la minería a gran escala y con la apertura de la región. Usted los llamó extremistas y don nadies.

RAFAEL CORREA: Bueno nobodies (nadies) no. Lo que he dicho es que no representan a nadie y creo que las últimas elecciones me dieron la razón. La candidata que enarboló la bandera antiminera sacó menos del 4% del voto, ésa es la verdad. Nosotros ganamos, y abrumadoramente prácticamente en todas las zonas mineras. En la zona de mayores protestas, que es la Provincia del Azuay, cantón Girón, etc, es donde más apoyo tenemos. Claramente la población confía en nosotros. Pero basta 3 ó 4 personas para hacer mucho ruido y que les saquen los medios de comunicación, etc. Pero sinceramente le digo, no tiene el respaldo popular ni la representación. En todo caso, en estas posturas hay muchísimas contradicciones.

Primero, nosotros no es que estamos inaugurando la minería en Ecuador. La minería existe en Ecuador desde la época pre-incasica (sic). Por el contrario, finalmente estamos regulando la minería en Ecuador, porque era
una anarquía total. Con una ley muy dura, que protege al estado, protege al ambiente, protege a la sociedad.

Segundo, una de las mayores críticas de los grupos que se oponen a la minería, como usted ha mencionado, minería a gran escala, es el impacto ambiental de la minería. Pero aquí viene la contradicción: mucho más contaminante es la pequeña minería que la gran minería. Así que si ése es el
motivo por el que se oponen a la minería a gran escala, ahí hay una gran contradicción. Y si usted empieza a analizar algunos de estos dirigentes, no todos, pero algunos, es que tienen intereses en la pequeña minería. Entonces yo le diría, en general, hemos hecho encuestas incluso, que existía un
apoyo de más del 70% a la nueva ley de minería, pero les insisto, es suficiente 3 ó 4 fundamentalistas que cierren una carretera para que salgan en el periódico y se diga: hay oposición a la minería en Ecuador.

AMY GOODMAN: Presidente Correa, en el Wall Street Journal se acaba de publicar un artículo que habla sobre unos documentos que lo vinculan con las FARC y que fueron encontrados por el gobierno colombiano en una computadora portátil confiscada durante el ataque en territorio Ecuatoriano, donde murió un líder de las FARC.

RAFAEL CORREA: Si ellos demuestran que yo tengo alguna relación con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), renuncio al cargo. Es una gran mentira, hemos presentado la denuncia por medio de Cancillería, y si no rectifican, empezaremos las acciones legales pertinentes.

Ya estamos cansados de estas infamias, que no se basan en hechos, se basan en intereses que pretenden poner a ciertos gobiernos aliados como superhéroes, y a ciertos gobiernos que somos independientes como villanos.

Entonces creemos que un diario debe informar, no jugar a la geopolítica. En todo caso, el editorial, porque parece que era un editorial, se basa en información más que superada. Supuestas computadoras, con supuestos mensajes, en que supuestamente se habla de un ex miembro del Gobierno Nacional—no del Presidente de la República—negociando con las FARC. Incluso esas computadoras también hablan del partido, supuestamente hablan del Partido de los Trabajadores de Lula da Silva vinculado con las FARC. Pero eso no se dice, verdad, entonces es tan solo—le insisto—o sea, el juego geopolítico que quieren hacer, y la señora que escribió el artículo acaba de admitir a RCN (Radio Cadena Nacional, canal privado de televisión colombiano) que ella sacó este artículo resentida con el Presidente Obama porque por mi reelección me llamó para darme el respaldo. Es una periodista de extrema derecha que enojada porque Obama no llamó a Álvaro Uribe sino que llamó a Rafael Correa, saca este artículo. Ése es el nivel de profesionalismo de la persona que escribió eso.

AMY GOODMAN: ¿Cómo cree usted que se puede lograr la paz en Colombia, y usted cree que los Estados Unidos puede jugar un papel importante en este proceso. Estados Unidos ha invertido una gran cantidad de dinero la llamada Guerra contra del Terrorismo y contra el Narcotráfico. ¿Cómo cree usted que se podría lograr la paz en Colombia?

RAFAEL CORREA: Einstein decía, si alguien una y otra vez intenta hacer algo con los mismos resultados negativos, e insiste en seguirlo haciendo de la misma manera, es un tonto. La estrategia aplicada por Estados Unidos en Colombia ha sido un completo fracaso. No se ha logrado la erradicación de la droga. Puede ser que las FARC estén debilitadas, pero sinceramente creo que no hay solución militar al conflicto con las FARC, sino una solución política. Y lo que están logrando, buscando un a solución militar, es extendiendo el conflicto a los países vecinos y desestabilizando a la región.

Ecuador tiene como 700 kilómetros de frontera con Colombia. Gran parte de ella es selva impenetrable. La estrategia de Colombia es atacar a las FARC de norte a sur. Tiene dos destacamentos militares en la Frontera Sur, y alejados de la frontera. Nosotros ya tenemos 13. Pero ésa es la estrategia para involucrarnos en el conflicto. Entonces, ojalá que Estados Unidos, la Administración Obama entienda, que se nos quiere involucrar a los países vecinos en ese conflicto que no es nuestro—que nos duele mucho—pero que no es nuestro. Y que analicen detenidamente el asunto, si la estrategia anti drogas, pese a los millones gastados, ha dado resultado. Y si el conflicto con las FARC tiene una solución militar.

AMY GOODMAN: Usted apoya la expansion de la Guerra en Pakistán y Afganistán del presidente Obama?

RAFAEL CORREA: Ríe. Mira yo soy pacifista por naturaleza. Ojalá el problema de Afganistán se resuelva lo más rápidamente posible. Creo también que la estrategia ahí, como en Irak fue totalmente equivocada. Que Estados Unidos tiene un gran problema entre sus manos, que va a ser muy complejo de resolver. Estoy casi convencido que no se va a resolver con más guerra.

AMY GOODMAN: Y, finalmente, ¿Cuál es su consejo general al nuevo presidente de los Estados Unidos, Presidente Obama? ¿Cómo debe relacionarse con America Latina y, en general, como se relaciona con el resto del mundo?

RAFAEL CORREA: Vea no acostumbro a darles consejos a quien no me lo ha pedido. Sólo desearle al Presidente Obama la mejor de las suertes. Y que tenga presente que así como él es buena persona, hay muchos presidentes de América Latina que también somos buenas personas.

AMY GOODMAN: ¿Tiene algún último mensaje que usted le quisiera dar al Presidente Obama para mejorar sus relaciones con América Latina? ¿Qué podría hacer el al respecto?

Que conozca y entienda un poco mejor la región. Que no se deje llevar por el poder de ciertos medios comprometidos. De ciertos fundamentalismos ideológicos. Que los héroes no son necesariamente héroes, y los villanos no son necesariamente villanos. Que conozca y entienda un poco mejor la región.

AMY GOODMAN: Presidente Correa, gracias.

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