El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, ha sido un ensayo exitoso de la asociación Televisa-PRI.
Unidos, priistas y televisos se impusieron, inclusive con facilidad, al PAN, a pesar de que este partido contó con el apoyo de Los Pinos.
En Nuevo León, Felipe Calderón y su partido recibieron una paliza porque simple y sencillamente fueron menos hábiles en el diseño de estrategias electorales que los operadores del PRI y, sobre todo, de los que Televisa aportó en 2009 encabezados por Ana María Olabuenaga, publicista del Palacio de Hierro, y Liébano Sáenz, grillo profesional que ahora se especializa en elaborar encuestas amañadas.
Lo que hicieron, unidos, Televisa y el PRI en Nuevo León, pretenden hacerlo este año en Veracruz, Oaxaca, Puebla, etcétera.
Después, en 2012, buscarán repetir la fórmula para llevar a la Presidencia de la República a Enrique Peña Nieto.
Al margen de la habilidad con la que se desempeñan en cuestiones electorales los operadores que, en última instancia, están subordinados a los intereses del presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, lo cierto es que el primer gobierno televiso de Nuevo León, el de Rodrigo Medina, es un desastre.
La inseguridad en Nuevo León está peor que nunca. En cuatro meses de 2010 ha habido más ejecutados que en todo 2009. En los enfrentamientos entre el Ejército y los sicarios de la mafia han muerto estudiantes del Tecnológico de Monterrey. Grupos del crimen organizado han atacado exclusivos campos de golf, este miércoles secuestraron a varias personas en céntricos hoteles, entre las que estaba una mujer estadounidense, los narcobloqueos se dan ya con excesiva frecuencia.
¿Y el gobernador Medina impuesto por Televisa? Ausente. En fiestas fuera de Nuevo León, grillando fuera de Nuevo León, pero eso sí, apareciendo en publirreportajes en cadena nacional en la televisora de Azcárraga Jean.
Televisa impuso a un inútil al frente del gobierno de Nuevo León solo porque cuenta con una imagen vendible en la TV.
Me temo que eso pasará si, en 2012, Televisa logra llevar a Peña Nieto a la Presidencia, que es un buen producto para anunciarlo en las pantallas pero, por frívolo, simple y sencillamente no sabe gobernar.
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