A Felipe Calderón lo acaban de bautizar en internet como “Berrinche Calderón” por el despido de Carmen Aristegui.
Encima de eso, escaló el conflicto diplomático con Francia por el caso Florence Cassez.
Solucionar los problemas hubiera sido muy sencillo: Primero, solicitar formalmente a MVS que reinstaure a Carmen Aristegui y asegurar que no habrá represalias contra la empresa por hacer una pregunta que el propio Calderón se niega a responder. Segundo, despedir a Genaro García Luna, que fue el que armó el montaje mediante el cual se arrestó a Cassez.
El puro despido de García Luna hubiera le hubiera ahorrado a Calderón que Nicolás Sarkozy hubiera declarado que no se debe confundir a los mexicanos con “la actitud de ciertos dirigentes mexicanos.”
Uta, qué chingadazo. Ya ni a ex-candidato presidencial panista llegó Calderón con Sarkozy, sino a simple “dirigente.”
Pero no. En vez de hacer las cosas bien, Calderón mejor trató de ganar simpatías entre la gente con más dinero anunciando que sería deducible una parte del pago de colegiaturas en escuelas privadas.
Nadamás que esa medida tiene varias broncas. Primero, la propuso el PRI con anterioridad, pero la rechazó la SHCP alegando que no tenía viabilidad económica. ¿Ahora sí la tiene así nomás de la nada?
Segundo, sólo se podría deducir una fracción de las colegiaturas siempre y cuando se paguen de manera electrónica o con cheque. ¿Cómo le van a hacer entonces los que pagan las colegiaturas en efectivo en un banco por no tener tarjeta ni cheques?
Y tercero: ¿por qué no, en vez de deducir colegiaturas privadas, mejor se usa ese dinero para mejorar a la educación pública? Peor de los casos, ¿por qué no mejor subsidiar libros y uniformes para para escuelas públicas--como propone AMLO--y no sólo colegiaturas para unos cuantos?
A la clase media practicamente no le va a beneficiar la deducción ya que si aceptamos la idea de que la clase media es poco menos del 20% de los mexicanos, y la deducción de colegiaturas sólo beneficiará a menos del 3% de los mexicanos (dato de SHCP), entonces realmente sólo se está beneficiando a los más ricos, no a la clase media.
Y la clase media se friega con escuelas públicas que el gobierno no quiere atender.
Por eso mejor AMLO 2012, ya que él sí apoya a la educación pública de calidad para todos.
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PD: Si preguntan que de dónde saco que 20% de los mexicanos son clase media, entonces no leyeron mi serie de columnas sobre la clase media. En lo que se recupera el historial de columnas del SDP, pueden ver una de esas columnas aquí: http://www.twitlonger.com/show/8r41rp. Ah, y lo del beneficio a 3% de los mexicanos lo dijo la propia secretaría de Hacienda. Vean el link en esta columna. En otras palabras, por favor infórmense antes de opinar.
PD2: En caso de que se estén preguntando, hay unos 35 millones de alumnos en el país entre preescolar y universidad. Es decir, se beneficia sólo el 8.6% de los alumnos con las deducciones de colegiaturas. El 91.4% restante no.
PD3: El chistecito de la deductibilidad de las colegiaturas, por cierto, le va a costar 13 mil millones de pesos al erario. Mismos que luego le van a querer cobrar a usted, contribuyente de clase media que lleva a sus hijos a escuelas públicas. De hecho, ya se los cobran por medio de los gasolinazos.
UPDATE: Ah qué cosas. La Unión Nacional de Padres de Familia es señalada por el periodista Álvaro Delgado como uno de los membretes del Yunque. Su presidente, Guillermo Bustamante, avaló la deductibilidad de las colegiaturas. Y pide que también se deduzcan otros gastos escolares como útiles, libros, etc. O sea, lo mismo que hizo el Peje en el DF (dar útiles gratis) pero en escuelas públicas. Mejor AMLO 2012 para que el apoyo sea a las escuelas donde estudia la mayor parte de la clase media.
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