Amanece el agua pacífica haciendo honor a su nombre. Transparente, nos regala el risco la vista de sus rocas volcánicas de sus recovecos sumergidos y una que otra miríada compacta de sardinas zigzagueante deambulando, que como se sabe perseguida por ello no se separan.
“…La unión hace la fuerza”… pensé al ver aquello.
Mientras no se acerque a la costa el huracán, así está siempre de apaciguado este tramo del litoral abrazado por la alta sierra.
No obstante, el huracán es vida nueva. Y si no fuera, el conocimiento primitivo adquirido asegura y lo repito, México sería un desierto.
Amanezco con los ojos y los oídos agotados de tanta demagogia escuchada en los últimos tres meses de campañas presidenciales de la boca sin autoridad moral de Enrique Peña Nieto y de la sonrisa fingida de Josefina Vázquez Mota, es decir del PRI-AN.
Tanta mala intención emitida por los escríbanos y servidores de su sistema excluyente que con frecuencia carece de afecto real por el pueblo; a quienes la ética y solidaridad, con algunas honrosas excepciones, les importa un comino, lo que se esmeran, sin embargo, para esconder tras sus máscaras. Van tras los valores económicos personales, lo que les suceda al resto, como no lo padecen no lo imaginan ni lo toman en cuenta.
Sobretodo, me ha impresionado, la forma en la que la sociedad mexicana apabullada por la propaganda oficial se ha mostrado impávida ante el desempeño del IFE “ciudadano” con baño de rectitud, pero dirigido hacia crear conflicto y confusión. Ese no es el papel del IFE sino todo lo contrario.
Han pasado por alto frente a nuestras narices los movimientos ilegales cometidos por el PRI(AN) para “dejarlo a futura investigación”.
El IFE, vuelvo a repetir, nos ha hecho sentir tan avergonzados con el derroche de recursos nunca vistos mundialmente hablando en ninguna otra campaña presidencial, en ninguna otra democracia. Para el pueblo de México este gasto es inconcebible e insultante. Es una cuestión de falta de principios.
Con el gobierno de AMLO este tipo de actitudes se van a acabar.
La maquinaria montada por el partido dinosaurio pretende algo, que esta vez no le será posible lograr. Porque habrá una respuesta multitudinaria que amarrará las manos a la mafia cuya ambición los ha cegado. El juego de las encuestas, la estrategia. Es triste que no se percaten que México ha crecido en consciencia. Que el 68% de los mexicanos ya no queremos que el PRIAN tome las decisiones porque no lo han hecho bien.
Los votos, porque serán multitudinarios a favor de sacarlos de quitarles el poder que no habían sido obligados a soltar y porque han impedido que se gobierne con dignidad con solidaridad y con justicia, no podrán ser ocultados.
El IFE no ha estado a la altura, es una institución que por numerosos pero sutiles actos mencionados y consabidos, no ha logrado crear autoridad moral.
Será el deseo de la mayoría ciudadana depositado en las urnas lo que cuente y no otra cosa. Por ello no habrá documento firmado que valga en caso de este deseo ser coartado corruptamente.
La esperanza prendida para que no sea así, para que alcancemos a vigilar, a proteger el sufragio efectivo
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