La semana pasada vimos en los medios afines a la derecha, varias veces por cierto, imágenes de los aplausos que recibió Calderón en Estados Unidos por sus discursos conmovedores. Ahora tendremos que apechugar lo que recibimos en México a cambo de tanto aplauso.
- Ganamos 1 200 efectivos de la Guardia Nacional del vecino país para reforzar la frontera y frenar el tráfico ilegal de drogas. El Departamento de Estado ASEGURÓ que no serán usados para cumplir leyes migratorias, qué va. Esos elementos se harán de la vista gorda ante el paso de personas porque su misión sólo consistirá en detener el tráfico de estupefacientes. Sí chucha cómo no.
- Esa lindura de presidente, morenito y aplaudidor, solicitó a su Congreso 500 millones de dólares adicionales para colocar mayores recursos humanos civiles en la frontera, y contribuir con ello a la lucha bélica contra el narcotráfico, de ninguna manera pasó por su cabeza destinar esos recursos para colaborar con programas sociales, de empleo o de salud para millones de mexicanos que sobreviven entre la pobreza y la desesperanza.Ni una palabra sobre el trafico de armas, ni una palabra sobre la contaminación del Golfo de México por el derrame de petróleo, ni una palabra sobre el bloqueo a la Ley Arizona.
- Después de la visita, y por recomendación de quién sabe quién, el desgobierno federal anunció medidas para restringir movimientos con dólares en bancos de México, esto para combatir, según ellos, el lavado de dinero de origen ilegal. O sea que los mexicanos "ilegales" que trabajan del otro lado de la frontera y mandan dólares a sus familias, las famosas remesas que reactivan la economía mexicana, ya no podrán transferirlos a pesos.O se los gastan allá o serán unos lavadores de dinero ilegal.Para nadie es un secreto en este país quiénes son los verdaderos lavadores de dinero, cómo se lo roban y en qué se lo gastan. Con razón tantas fiestas y aplausos al pelele y a su comitiva de gorrones.Nada bueno podemos esperar de los hacedores de guerras y cosechadores de riquezas que no les pertenecen.
Necesitamos un cambio de fondo en la vida pública del país antes de que en una de esas nos cambien el escudo nacional por una estrellita en su cielo azul.Necesitamos un cambio pero urgente, que permita a los niños y jóvenes prepararse para el futuro, a los mexicanos, todos, acceder a servicios de salud, educación, cultura, arte, esparcimiento; un cambio que revolucione la industria y el campo, un cambio que permita a los trabajadores conservar su empleo para sostener a sus familias y hacer este país más productivo.Nunca más lo que estamos viendo ahora.
Yo, por ejemplo, esta tarde en el campamento del SME en huelga de hambre, apoyando su lucha me doy cuenta del desgaste de sus cuerpos fuertes, que deberían estar resolviendo los problemas del suministro de energía.Aquí se respira un aire muy espeso, pero también se toma conciencia con el ejemplo de dignidad de estos trabajadores que no sólo luchan por ellos sino por los que vienen detrás. Eso sí merece muchos aplausos.
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