lunes, 31 de mayo de 2010

México: país de gordos y diabéticos .... Federico Arreola

Dos personas que he conocido en Twitter, Luna Líquida (@LunaLiquida) y Ricardo Gutiérrez (@icaito), comentan hoy en SDPNoticias.com el problema de los alimentos chatarra en México, que tanta culpa tienen de que nuestro país sea líder mundial en obesidad.



@LunaLiquida, en su texto "El osito que engordó a una generación de mexicanos" ( http://sdpnoticias.com/sdp/columna/luna-liquida-lunaliquida/2010/05/31/1053710 ), dice, después de precisar que nadie iba a pensar que un inofensivo osito podía ser un asesino:



Primero, que ya no debemos hablar de "comida chatarra", por disposición de la Secretaría de Salud.



Pero que, a pesar de eso, "a los mexicanos que no somos parte de los emporios alimenticios que engordan las ganancias de sus marcas engordando mexicanos, (tal expresión) sí nos dice mucho: comida chatarra = a Coca-Cola, Sabritas, Ricolino, Marinela, Gamesa y un largo etc.".



Desde luego, sugiere que sin la participación de Televisa y TV Azteca la comida chatarra no sería tan vendida en México.



Para @LunaLiquida, "el asunto no es oscuro ni siquiera tétrico o mafioso, es tan obvio que por eso resulta complejo de ver para algunos que (y regreso al osito) ver a un jugador de futbol diciendo haz sándwich les da todo un sentido a un alimento que poco aporta a la dieta del mexicano cuando no puede ser complementado con proteínas, es decir, con eso que se sale de la canasta básica y donde no se puede conseguir en bolsita por tres pesos, como la Coca-Cola o unas papitas".



De los futbolistas de México dice: "Ya no nos metamos con el asunto de que los mismos seleccionados mexicanos son una pifia cuando se trata de meter goles".



Ahora bien, ¿por qué un osito tiene una connotación negativa? Es que, "si existiera conciencia en quienes manejan estas empresas y pensaran en vender pero no en atiborrar el mercado, el exceso en la exposición de estas marcas no existiría, podríamos ubicar al condenado osito como ubicamos una marca de calzado o una de ropa; pero no, pasa que el osito es elemento de primera necesidad, causa primaria de enfermedad en México".



Desde luego, @LunaLiquida no pide la desaparición del Osbito Bimbo, solo que se modere, de tal forma de que "un grupo vulnerable (el niño y el adolescente frente al televisor en estado de abandono cognoscitivo) esté menos bombardeado por las mentiras para poder salvarle la vida antes de que decenas de kilos lo lleven a la tumba, restándole -como la diabetes y la obesidad lo hacen en promedio-, cerca de 20 años a un mexicano que no debe morir por gordo (ni en un choque por un borracho ni por una sobredosis --solo que nada de eso se anuncia diariamente unas 120 veces en tres horas-), sino de anciano (ya en el colmo del hedonismo, anciano y feliz, luego de haber vivido una vida -al menos, no enfermo la mitad de la misma-)".



¿Cuál es el asunto de fondo? "Que Televisa y Tv Azteca han podido crear productos de entretenimiento que nos enseñan que el osito Bimbo, o toda la bola de chatarra que nos educan con base en la repetición inaudita, es lo que debemos comer; ahora nos sorprenden nuestros primeros y segundos lugares en obesidad cuando no podemos pensar en otra cosa (bueno, eventualmente en cerveza --gracias a Dios ya no en tabaco-) porque entre telenovelas, partidos de futbol o churros dominicales, no se le da opción a las mentes en formación de la infancia de este país, de pensar en nada que no sea el inofensivo osito, el gansito, o el camión rojo de mi papá repartiendo plástico lleno de agua con azúcar para poder, con el paso de los años, aumentarte unos 20 o 40 kilos de más, una diabetes casi irremediable, posteriormente un gasto enorme en la atención médica que ningún gobierno podrá sostener, pero causado por su falta de regulación ante el abuso sistemático que hacen las empresas de comida chatarra y las televisoras en perjuicio de la infancia y adolescencia mexicana".



El final de la columna de @LunaLiquida no puede ser mejor: "Pinche osito Bimbo, por tu culpa ya no creo en la bondad".



Otra buena columna sobre el mismo tema es la de Ricardo Gutiérrez (@icaito), "Cuerpo sano, en la TV no se compra" ( http://sdpnoticias.com/sdp/columna/ricardo-gutierrez-icaito/2010/05/31/1053663 ).



Dice @icaito:



"Un caso que llamó mi atención durante el partido de hoy (México v. Gambia, 30 de mayo, 2010), y que ha sido mencionado constantemente durante los encuentros preparativos de nuestra selección para el Mundial FIFA 2010 es la de la marca Bimbo -- la empresa más grande de alimentos en México y la panificadora más grande en el planeta. Bimbo, en su nueva campaña de propaganda, ha enlistado a varios seleccionados para participar en comerciales televisivos de la serie Haz Sándwich y esta misma le ha valido el apodo Chicharito Bimbo a Javier Hernández, delantero Mexicano que figura de forma prominente en el promocional. Igualmente, entre otros comerciales de servicios y productos, algunos seleccionados aparecen en promocionales de Barcel (eslabón de Grupo Bimbo, productor de confitería y aperitivos de maíz y papa), de tarjetas de crédito extendidas por los bancos nacionales, y de cerveza".



"México es el país número 2 a nivel mundial en obesidad, con más del 24% desde el 2005 (sólo detrás de EEUU, que lidera en esa grave estadística al son de casi 31%). Querer agregar al TRI, o en general, a cualquier agente externo a la lista de causantes de el sobrepeso, tanto infantil, como poblacional, no es solo un irresponsable argumento, sino una completa e increíble falacia.



"La raíz de la obesidad no se encuentra en el contenidode lo que vemos en la televisión, sino en el tiempo que la persona invierte en ocupaciones de índole sedentaria. El usuario @ElecktraPink, preguntaba si la solución es que se erradique entonces la comida chatarra. Sin embargo, ese segundo aspecto también está alejado de la factibilidad actual, por el lado económico y por el lado social.



"Lo que se debe erradicar es la irresponsabilidad individual. Igualmente se podría empezar por cuestionar la existencia y venta de la comida chatarra, pero ¿qué seguiría de ahí? ¿Cuestionar el comercio de la soda? ¿Qué tal la venta de cigarrillos o alcohol? Vivimos en una sociedad con miras a la democracia, y esta ideología se aplica en todos los aspectos, incluyendo el de libre mercado, donde cada empresa va a competir abiertamente por clientela y buscará caminos viables para promover y hacer llegar al público sus productos, bienes, y servicios.



"Cada una de las empresas de esta nación, de este mundo capitalista, tiene una visión: encontrar demanda, generar productos que satisfagan esa demanda, propiciar ventas, y sacar fondos. Esa es su responsabilidad como organismo económico. De la supervivencia de esta empresa va a depender el número de empleados que se encuentren en su nómina. Y de sus ganancias saldrán contribuciones al fisco que se utilizarán para obra pública.



"No podemos frenar la iniciativa privada. Sin embargo, como grupo, en conjunto social, podemos y debemos dirigir los esfuerzos de estas empresas. Asimismo, es indispensable evitar usar como chivos expiatorios a personalidades que son contratadas para campañas promocionales. Las compañías, en su misión de hacer sus productos atractivos al cliente, requieren de caras reconocibles. Ya establecimos, su responsabilidad es vender.



"Sí, yo admito que los niños son influenciables y que pueden identificarse con esos modelos, o ídolos del deporte. Pero de eso a que el TRI contribuya a su obesidad, ya es un salto demasiado largo, por no decir, una real fumada. Y encima querer argumentar que contribuyen a la obesidad del país, eso ya es hablar de alguien que tiene una visión muy triste de la fuerza de voluntad de los adultos Mexicanos.



"Lo importante no es la zanahoria que nos pongan al frente, sino el que decidamos o no andar detrás de ella. No es responsabilidad de las empresas darnos una dieta balanceada. No es responsabilidad del TRI inculcar a nuestros hijos a llevar una vida activa. Eso es el trabajo de cada uno de nosotros como personas conscientes".


He ahí dos valiosos puntos de vista acerca de un problema real: México es un país de gordos y diabéticos.

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