Zozobra alianza PRD-PAN en Estado de México. Pareciera que el regente capitalino por fín a dicho NO a Ortega y a Camacho. A las seducciones de Calderón y sus cómplices. Pero ignoramos si lo ha movido el arrepentimiento o la premura de la campaña encima, la comprobada nula presencia en el estado del PAN y la amistad que le une al postulado por el movimiento de regeneración nacional, Alejandro Encinas.
Este informó, luego de refrendar la unión de los partidos de izquierda sin alianza, sin involucrase con los represores del cambio, que “concluyendo gira con AMLO” Marcelo Ebrard se le sumará los fines de semana.
AMLO declara “qué bien que venga Marcelo a apoyar a Alejandro”. Pero igual nos preguntamos ¿ambos habrán de estar juntos en campaña con Encinas o sólo se presentarán a apoyarlo por separado?
Si así fuere, o así fuese el arreglo, “presentarse por separado”, se entiende continúa la división hacia la candidatura presidencial. Aún percibirá el electorado un mensaje de desacuerdo entre la oposición. La fuerza de centro izquierda aun fragmentada.
Continuarán las sospechas de que podría darse la misma conspiración anterior al sufragio como sucedió en Guerrero, en que el conglomerado de la izquierda concede y promueve la suma de los panistas, sin ningún quórum electoral en el estado, para arrimarse a la fortaleza de su voto. Lo que sería rechazado por los ciudadanos y atentaría contra la autoridad moral de AMLO.
Una táctica, quizá, del candidato minoritario a la presidencia, que insiste en competir porque está en su derecho, pero no acierta en su apreciación de real opción, ante la popularidad y labor organizativa nacional para él inalcanzable, del líder tabasqueño. Y esto, siento decirlo, seguiría obstruyendo la visión de unidad.
AMLO asegura “iremos unidos tanto en el Estado de México como a nivel nacional, siempre unidos”. Al afirmar al pueblo lo anterior, deberá esta afirmación ir acompañada de la acción lógica: Que el jefe de gobierno del DF y el Presidente Legítimo de México, quien contiende por su justa constitucionalidad, se muestren juntos y aliados en la campaña para la gubernatura del Estado de México. Donde el PAN no es nada. Dónde los candidatos del PRI están confrontados: Eruviel, la apuesta de Salinas y Alfredito la de Peña Nieto. El primero con más empuje que el otro, pero ninguno con la fuerza política que pudieran generar juntos, AMLO-Ebrard-Encinas.
¿Hace cuánto que no vemos a ambos unidos y subidos a un templete ante el micrófono dirigiéndose a la multitud? Cuando esto ocurra, será entonces, y no antes, el fin de la promiscuidad
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