El viento frío y el sol quemante no son ninguna novedad en la extremosa Ciudad Juárez, pero ayer, desde temprano, se sentía algo distinto. No fue precisamente el tono airado, casi iracundo, con el que los jóvenes de varias organizaciones reclamaron a las autoridades por el actual estado de las cosas, justo ahí donde hace ocho días fueron masacrados 15 inocentes; tampoco la balacera, la del día, que costó otras cinco vidas. Lo distinto llegó de la mano de la avanzada del gobernador. Desde mediodía, funcionarios del gobierno del estado empezaron a esparcir la especie: “Esperen, a las dos de la tarde Baeza lanzará la bomba política del sexenio”. Y así fue. José Reyes Baeza anunció que los tres poderes locales serán trasladados de forma indefinida a Ciudad Juárez a partir del lunes, el mismo día que tiene prevista su llega el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien debe llevar bajo el brazo el plan para redefinir la estrategia gubernamental en la lucha antinarco. Apenas repuestos de la sorpresa, entre los juarenses empezaron a surgir voces que advierten los riesgos de que la medida se agote en una “mera transferencia de la burocracia”, o bien, que los grandes beneficiados de la misma resulten los dueños de hoteles y restaurantes en la vecina El Paso, Texas, donde se anticipan grandes comidas políticas y reuniones de planeación. Flota ya la advertencia ciudadana: si efectivamente se trata de dar el ejemplo y los primeros pasos concretos para intentar recomponer el dañado tejido social fronterizo, habría que obligar a la burocracia, a los funcionarios, legisladores y jueces a convivir cotidianamente con aquello que quieren componer.
Resignados a que su gastada promesa de pena de muerte no avanza en el Congreso, los legisladores del PVEM aseguran que la próxima semana se aprobarán en comisiones importantes iniciativas en materia de seguridad. Una de ellas, advierten, será un Fondo Nacional Antisecuestros que permitirá que personas que brinden información sobre criminales reciban una recompensa “multimillonaria” y así puedan cambiarse de ciudad o estado para vivir con tranquilidad. El senador verde Arturo Escobar asegura que ya está amarrada la propuesta con el PRI, PAN y PRD, y que otra ventaja es que los propios servidores públicos podrían recibir recompensas, fomentando con ello su ayuda a combatir el secuestro.
Tal y como estaba previsto, arrancó ayer el Consejo Nacional del PRD con los pronunciamientos que varios personajes de las diferentes tribus se encargaron de “filtrar” desde hace días. Nada nuevo. Lo interesante surgió tras bambalinas, ese viento que en algunos rincones tomó fuerza de huracán y que terminó por dominar las discusiones ya entrada la tarde: elecciones anticipadas para renovar la dirigencia nacional perredista. Jesús Ortega termina su gestión en marzo del año entrante, salvo que se impongan quienes abiertamente y desde ayer piden que salga mucho antes. La moneda está en el aire.
Apunte final: En Puebla, el PT rompió lanzas contra la alianza PAN-PRD. Zeferino Martínez Rodríguez, comisionado político nacional del partido, afirma que nunca podrán comulgar con los principios de la derecha, por lo que si Convergencia y el sol azteca deciden ir con el blanquiazul, los petistas se deslindarán del Diálogo por la Reconstrucción de México (DIA). Lo único que queda en el aire es si el PT buscaría en Puebla una alianza con el PRI. III Sale una perla en voz del aspirante priísta a la alcaldía de Ciudad Juárez, Víctor Valencia de los Santos: “Conmigo o sin mí, la delincuencia se da”. Lo notable del caso es que el ex diputado federal fue, hasta hace unos días, el secretario de Seguridad Pública del estado de Chihuahua.
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