martes, 11 de mayo de 2010

(((El revelador descubrimiento de Peña Nieto ...Dêja vú y crispación… ¿Desmemoria colectiva?


No puede hablar bien, mi estimado, aquél que no es capaz de serenar su lengua. La onda de calor hace deliciosos estragos entre nuestra ilustre y querida clase política, que en cuestión de días desarrolla un borbotón de joyas y linduras declarativas alejadas completamente del sentir social y de su percepción, al mismo tiempo que demuestra una volátil crispación que enrarece el clima preelectoral. Por un lado, Enrique Peña Nieto regala su extraordinaria visión del hilo negro de la “ridícula minoría” que opera en su terruño como “guarida” desde hace mucho tiempo atrás.

Ahhhh, chingá.

El mandatario mexiquense dio una magnífica cátedra de (“Cómo darse un balazo en el pie in three easy steps”) conocer y saber que hace mucho tiempo atrás… incluyendo básicamente a otros gobiernos priistas a los que les tira los dientes, hay grupos de revoltosos haciendo travesuras a diestra y siniestra lo que, por supuesto, incluye su administración, que está en la ruta final de su sexenio. Y con ese exquisito talento de no saber qué decir sin las simpáticas tarjetitas, my friend, a Peña Nieto se le hace bolas el engrudo criminal donde el enemigo lo tiene cerca y en casita hace muchas lunas saliendo ahora con que… no me la van a creer pero… desde hace mucho tiempo atrás resulta que, mas cuan sin embargo, el organizado crimen usa como “guarida” el Estado de México.

Estupendo que el gobernador venda —of course, después de la mega balconeada sobre los sutiles negocios del otrora célebre y hoy fracturado cártel de los Beltrán Leyva— a la mordaz concurrencia su reciente y extraordinario descubrimiento que mostró la desidia, apatía, incompetencia, o peor aún, la complicidad, connivencia y arreglón de su gobierno con esta bola de peligrosos personajes del narcotráfico que, desde hace mucho tiempo atrás, viven en su “guarida” mexiquense… ante la obvia complacencia de las autoridades locales, así que para qué tanta saliva estando el suelo tan parejo.

Ahora, mi estimado, en un país que presume ser de leyes y firme en la irreflexiva guerrita contra la “ridícula minoría” y con una figura que aspira sentarse en la silla presidencial en 2012 le tocaría, sin despeinarse demasiado, investigar y/o señalar a la runfla de disfuncionales corruptos que permitieron... desde hace mucho tiempo atrás, que se instalara esta caterva de malandrines, ¿no le parece? Porque si Enrique está apostando su locuacidad al spin mediático y a la desmemoria colectiva, Peña, you have a problem…

Aunque por el otro lado, la atractiva manía de andar apostando a que millones de mexicanos son unos imbéciles parece no ser exclusiva de nadie. Ahí está el ingenio de Vicente Fox barnizando la putrefacción legislativa y los deliciosos ánimos de revancha, donde brilla por su ausencia la operación política de este (des)gobierno.

El ex presidente con botas se aventó a la alberca (sin agua) acusando a los diputados federales de ser una bola de baquetones que aún no sacan adelante la revisión de las cuentas públicas de su sencilla y lucida (que no lúcida) administración, donde los ejercicios fiscales del 2002-2003 están prendidos de alfileres… para la futura negociación en el tablero de la real politik.

Y claro que para responderle a Vicente el PRI se pinta solo y vamos poniendo los puntos sobre las divertidas íes y venga una auditoría especial para investigar si en el Centro Fox se están utilizando recursos financieros, inmobiliario y personal que son de origen público. O sea, una guerra de guerrillas para que aprenda a respetar...

Para variar no podían faltar las descalificaciones en voces tricolores como Fernando Morales y César Augusto Santiago, quienes le recordaron a sus hijastros Bribiesca, el jeep rojo, sus tropelías además de mencionar los escupitajos para arriba, tildarlo de analfabeta, ignorante y de llevar circos pirata para divertir a su público.

El maravilloso intercambio de palabras entre personajes del PRI y la PANdilla trae ese acalorado dêja vú donde el Honorable Congreso de la (des)Unión obsequió al respetable desde la máxima tribuna la caída de las máscaras de los legisladores que, enardecidos —por el balconeo del arreglón de Peña Nieto y Los Pinos para empinarle a la ciudadanía el IVA—, se acusaron de borrachos, mentirosos, espurios, maricones, asesinos, rateros y demás linduras.

Un espectáculo, my friend, digno de recordar hoy que Peña Nieto “descubre” la “Guarida” de la “ridícula minoría”, Fox les dice “huevones” a los diputados y el PRI regresa a la descalificación.

Lindo de bonito.

gomezalce@aol.com

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