miércoles, 19 de mayo de 2010

La vida o la nota ...Reportero??? La vida de Diego les importa,la de los de la huelga de hambre de SME les vale!!!

AUNQUE UD NO LO CREA!!! Y DEL SME GRANDES MENTIRAS Y DE DIEGO NADA CUIDEMOS SU VIDA!!
Noticieros Televisa anunció la noche de antier su decisión de anteponer la vida de una víctima de secuestro a la tarea periodística. Nada nuevo. Esa ha sido la política siempre. La determinación ha causado polémica por la dimensión de la empresa, por tratarse de la primera vez que un medio de comunicación en nuestro país transparenta una política editorial de esta naturaleza y porque el de Fernández de Cevallos es el secuestro —hasta el cierre, secuestro es lo único que puede probarse— de más alto impacto en la historia posrevolucionaria de México.

Todos los medios de comunicación tienen política editorial. Se discute o impone, dependiendo de las prácticas de cada uno. Por lo cambiante de las noticias, sus márgenes no son fijos. Hay una política editorial en si se va a escribir Presidente o presidente o en publicar o no imágenes sangrientas. Hay cosas más de fondo como el uso del “presunto” en ciertos casos probados pero no sentenciados, llamarle grupo terrorista o separatista a la ETA, y en algún momento del 2006 todas las redacciones nacionales, incluso las más cercanas al lopezobradorismo, expresaron que Felipe Calderón era presidente de México, y no el electo o el espurio, y le empezaron a llamar así, presidente, sin cursivas ni comillas.

La familia Fernández de Cevallos, esperanzada en que los captores de El Jefe Diego lo mantengan con vida, solicitó respetuosamente que se abriera un espacio de ayuno informativo en el tema para motivar a los secuestradores a entrar en contacto para negociar, temerosos de que fueran a reaccionar con pánico ante el escándalo público. La familia pidió esto en un contexto especulativo que llevó a un ex dirigente político y a al menos un periodista a anunciar el sábado que el ex candidato presidencial había aparecido ejecutado.

Noticieros Televisa hizo pública su decisión de “no informar del caso hasta su desenlace”, una determinación que en los periódicos y televisoras del mayor prestigio en el mundo no está ni sujeta a discusión —conforma los códigos de ética internos, los procedimientos habituales—, y que en el caso de esa empresa es la práctica normal.

¿Por qué no se hizo así en el caso Paulette?, preguntan algunos. Porque justo la familia pidió lo contrario: que se difundiera, y fueron los padres quienes, en voluntad propia, ofrecieron extensas entrevistas a distintos medios.

¿Por qué no hacen lo mismo con otros secuestrados? De hecho, sí. Sea de alto impacto o no, Televisa no informa de un secuestro en curso a menos que la familia o la autoridad lo haga público. Televisa y quizá todos los medios han colaborado con las familias víctimas cuando han solicitado algo de esta naturaleza y basta recordar los casos Martí y Vargas, de los que no se informó en ningún medio sino hasta que los familiares lo difundieron. Lo diferente ahora, en todo caso, es que por tratarse del secuestro de más alto impacto en el último siglo, se informa públicamente de una decisión editorial, lo cual abona en la transparencia de la relación entre un medio y su audiencia.

¿Esto significa que se va a ocultar el caso Diego? No. Es un espacio que busca crear condiciones, quizá vigente por unos cuantos días. Además, no es como que haya mucho que informar (las noticias sobre el caso prácticamente no han evolucionado entre sábado y martes). Si el gobierno yerra, si se detectan irregularidades, mentiras, si la de Fernández de Cevallos es otra investigación ridícula, no tengo duda de que Noticieros Televisa lo expondrá al aire.

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