Que Marcelo Ebrard terminó de planchar las cosas con Los Chuchos, definiendo así la suerte de la elección del nuevo presidente del PRD.
Ebrard convenció a los últimos indecisos de otras corrientes para que apoyen a Jesús Zambrano, a cambio de posiciones en el también renovado Comité Ejecutivo Nacional y, dicen, inclusive en el GDF.
El objetivo de la alianza Ebrard-chuchos es ganar hoy mismo la primera votación con dos terceras partes de los sufragios, para que no se tenga que compartir la Secretaría General con los lopezobradoristas, y el cargo quede en manos del guerrerense Armando Ríos Piter.
Que, por lo anterior, la preocupación de los “presuntos ganadores” ya no es conseguir los votos necesarios, sino evitar que haya una fuga de perredistas, ubicados en el llamado G-8.
Aunque, más bien, si se impone la dupla Zambrano-Ríos Piter, lo que se teme es una epidemia de licencias temporales, tipo la que se dio Andrés Manuel López Obrador.
Que sin hacer ruido, Jesús Ortega desocupó su oficina en el octavo piso de la sede nacional del PRD.
Despachó ahí dos años y cuatro meses. Poco tiempo, si se toma en cuenta que buscó ser presidente del partido desde 1996, hace 180 meses.
Que en lo que pocos han reparado es que el triunfo de Zambrano le deja el terreno despejado a la ex presidenta del PRI, Beatriz Paredes, para presidir el último año de sesiones la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Que hablando de diputados, quien dice que no está en campaña, pero no para, es la panista Josefina Vázquez Mota.
A media semana estará en la Universidad Iberoamericana para dictar una conferencia magisterial, titulada “Mi visión de país 2020”.
No parece para nada campaña.
Que quien también está en campaña es la maestra Elba Esther Gordillo… pero ¡para impulsar la lectura!
El lunes arranca en las pantallas de televisión la campaña del SNTE “Es hora de leer”, donde Elba Esther aparecerá leyéndole a su nieto Tadeo.
A ver cómo les va con la crítica de quienes se enfurecen cada que la maestra va al frente. Más ahora que parece tener un pie y la mitad del otro de regreso en el PRI.
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