El pasado 17 de mayo, la señora Denise Dresser escribió en su columna:
“hoy el PRI es, por definición, “El Partido del No”. El que se opone a las reformas necesarias por los intereses rentistas que protege; el que rechaza las candidaturas ciudadanas por la rotación de élites que defiende; el que rehúye la modernización sindical por los “derechos adquiridos” que consagró; el que no quiere tocar a los monopolios porque fue responsable de su construcción. El PRI y sus bases son los “No’s” porque constituyen la principal oposición a cualquier cambio que entrañaría abrir, privatizar, sacudir, confrontar, airear o remodelar el sistema que los priístas concibieron y del cual viven”.
Con todo respeto a la señora Dresser, quien no encontró por ningún lado las evidencias del fraude electoral en 2006, quiero decirle que el PRI no es el partido de los NOs como ella dice, sino todo lo contrario.
El PRI dijo SÍ a la imposición de un presidente espurio y permitió la toma de posesión, por la puerta de atrás, de Felipe el hermoso, como lo ven ahora los conquistadores españoles. Por lo tanto el PRI es corresponsable de la situación crítica por la que atraviesa el país.
El PRI dijo SÍ al aumento de impuestos, tarifas eléctricas, precios de gasolinas, diesel y gas doméstico. Por lo tanto el PRI es corresponsable del incremento de la inflación y la pobreza.
El PRI dijo SÍ a la repartición del poder mediante puestos clave en el manejo del presupuesto.
Con estos tres SÍs queda anulada la lista de NOs que la señora Dresser menciona para hacernos creer que el PRI es la principal oposición en el país.
Entre paréntesis, para no parecer resentida, no hay que olvidar el SÍ por consigna que el PRI emitió a favor del desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
Por los hechos que vivimos todos los días los mexicanos, no podemos deslindar al PRI de las medidas que ha tomado el gobierno usurpador en perjuicio de los ciudadanos y a favor de esa mafia que se apoderó de las instituciones. Gracias a la corrupción y a la impunidad, instituidas por el PRI y continuadas por el PAN, México se encuentra bañado en sangre y en franco deterioro económico, político y social.
Además, que yo sepa, no ha sido propuesta NINGUNA reforma a favor de la nación ni de la población como para recriminarle al PRI su rechazo.
Tal vez no fue claro o no entendí el mensaje que la señora Dresser quiso darnos en su columna. ¿Ahora descalifica al PRI porque está con el PAN?
Lo único que en realidad quiero decir, porque me consta, es que la verdadera oposición al sistema está en las filas del Movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, quien ha dicho hasta el cansancio que PRI y PAN son lo mismo porque representan el mismo proyecto neoliberal, que ya no funciona ni en México ni en ninguna parte del mundo
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