martes, 18 de mayo de 2010

¿Dónde está Diego?• PAN y bomba yucateca Campos Elíseos



Y ¡zas!, no sabemos cuántos maestros son… (Foto: TENTACIONES LUIS CORTES I EL UNIVERSAL)


No sé si coincidan conmigo, pero la desaparición de Diego Fernández de Cevallos, registrada el fin de semana pasado en su Rancho La Cabaña, en Querétaro, marca una nueva etapa en el clima de inseguridad que se vive en todo el país.

Varias han sido las versiones sobre el por qué se lo llevaron. Pero todas, meras especulaciones.

Lo cierto es que la ausencia del ex senador de la República mexicana y ex candidato presidencial se da en dos tiempos políticamente interesantes:

Por un lado, en medio de las campañas para los comicios de julio próximo.

Y también en el momento en que el presidente Felipe Calderón va a Europa y Estados Unidos, donde nos traen entre ceja y ceja por la ola de inseguridad en que estamos sumergidos.

Mmmm. ¿Con qué cara irán nuestras autoridades al Capitolio estadounidense a pedir echar abajo la ley SB1070 cuando no somos capaces de detener la delincuencia y Arizona se queja de la inseguridad proveniente de nuestro país?

Desde España, el presidente Calderón ya dijo que estamos viviendo una situación similar a la vivida en su lucha contra el narco en Colombia, cuando, entre otros, hasta secuestraban a candidatos presidenciales. Pero afirmó que nuestras autoridades reaccionan con rapidez.

Veremos ahora de qué color pintan las campañas rumbo a este 2010 y claro, las presidenciales del 2012.

Ayer, la familia de Fernández de Cevallos hizo un llamado a quienes lo retienen a fin de entablar una negociación y lograr su liberación.

Y varias han sido las reacciones a este hecho: desde los partidos políticos hasta el propio Ejército Popular Revolucionario pintó su raya. Se manifestaron en contra de todo tipo de desapariciones.

Sobre este tema, en Veracruz, Andrés Manuel López Obrador, fue cuestionado que ante la desaparición de Fernández de Cevallos, y la seguridad que tiene. Él respondió:

—Me cuida Dios.

Ajá. ¿Así también les llamó a las gacelas que lo acompañaban cuando era Jefe de Gobierno?


Mal la está pasando en estos días el PAN-César Nava. Además de la desaparición de Fernández de Cevallos, está lo que parece ser la derrota en Yucatán, donde habrían perdido Mérida, ciudad que gobernaban desde 1991.

El último resultado de su Programa de Resultados Preliminares estatal, de las cinco y media de la tarde de ayer, daba a Beatriz Zavala, del PAN, 133 mil 309 contra los 142 mil 237 de Angélica Araujo del PRI.

Prepárese porque Acción Nacional anunció movilizaciones para defender lo que ellos dicen, su triunfo. ¡¿A poco pedirán voto por voto?!

A esta derrota, súmele la ejecución de José Mario Guajardo Varela, candidato panista a la alcaldía de Valle Hermoso, en el estado de Tamaulipas.


Hoy recuerdo a Mariana Ximena Hugues Mendoza, quien murió en la Guardería ABC.


Por lo que he leído, creo que una de las consignas de los integrantes de la Asamblea Legislativa del DF es la no defensa de los derechos de sus trabajadores. Aquí, tres ejemplos:

1. El diputado del Partido Verde, José Alberto Couttolenc Güemez, despidió a la secretaria técnica de la Comisión de Medio Ambiente, Norma Angélica Sandoval Gómez. ¿La razón? No fue un mal desempeño en sus labores, sino que estaba embarazada, y ya despedida, tendría más tiempo para “cuidarse”.

2. El diputado del PT, José Arturo López Cándido, presentó el pasado 6 de mayo, durante una sesión de la Comisión Permanente, un punto de acuerdo para pedir respetar los derechos laborales de los trabajadores que están bajo el sistema de honorarios, ya que los excluyen de algunos procedimientos administrativos. Buena onda, ¿verdad? Pero el legislador olvidó que ha sido él, quien no ha respetado los derechos de sus trabajadores. Como fue el caso de dos de sus asesoras a quienes no les pagó sus salarios correspondientes, y ellas decidieron cortarlo por lo sano.

3. Roberto López Martínez trabajaba en el área de “Eventos Institucionales” de ese órgano legislativo. Hace días denunció que el café, refrescos y demás comestibles que consumen asambleísta e invitados estaban caducados y así los ingerían. Ups. ¿Le dieron un asenso por esto? No, sino todo lo contrario. Lo pusieron a disposición de personal, por la “falta de discrecionalidad que mostró sobre asuntos del área” en la que laboraba.

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