Ya están cerca de cumplir las dos semanas en el Zócalo Capitalino y los huelguistas de hambre de Luz y Fuerza del Centro suman cerca de los 100 integrantes. Si a esto agregamos el factor temperatura, pues me han comentado que durante el día las carpas son un horno, habría que ponerse tan solo unos segundos en los pies de estos luchadores para saber qué es lo que están sintiendo y experimentando, pero en el México de los absurdos, los medios desinformativos se lucen difundiendo noticias estúpidas como la de un FeCal preguntándose si debe ir o no al mundial próximo a celebrarse. ¿Y el SME?: silencio. Es la consigna.
La tarde de hoy nos congregamos diversos compañeros de la Resistencia Civil Pacífica para hacer una lectura informal, pero no por ello menos solemne y significativa, de algunos de los ya bastantes mensajes que se han recopilado en el grupo recientemente creado en Facebook. Colectivo 2 de Julio, Casa del Mov. Benito Juárez, Foro de Ciudadanos Libres (Forjando la IV República) y los medios alternativos RadioAMLO y ConcienciaTV estuvimos presentes para transmitir los mensajes de apoyo. Es increíble, pero muchos compañeros del SME se piensan solos, saben del cerco mediático y tienen la idea de que el resto del país no sabe nada. No olvidemos que de eso se trata el perverso juego de los medios: el de la percepción, es por ello que muchos SMEítas piensan que México no sabe por la dura prueba por la que están pasando.
Ellos no están solos y el propósito de habernos hecho presentes fue precisamente ese: hacerles saber, con los diversos mensajes leídos a todos ellos, que de alguna manera una parte significativa de la ciudadanía sabe qué ellos se encuentran en huelga de hambre.
Personalmente, yo no sé lo que es estar sin comer más allá de 8 hrs., así que no puedo imaginarme cómo afecta física y anímicamente el permanecer sin alimento durante tanto tiempo, es por ello que recomiendo a todo aquél que pueda darse una vuelta para ver a estos compañeros en su lucha, lo hagan, quizá así nos demos cuenta de que es algo sumamente penoso y doloroso ver como ya nos están lavando el cerebro para festejar un mundial, sin importar la mediocridad de un equipo nacional, mientras tenemos a hermanos que están peleando para recuperar su trabajo.
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