viernes, 2 de julio de 2010

Bajo Reserva | Periodistas de EL UNIVERSAL ¿Cómo se llamó la obra?

¿Cómo se llamó la obra? En la primera escena (un mensaje a la Nación, de tres que emitió en una sola semana), el presidente Felipe Calderón anunció beneficios para la clase media-alta con un perdón en el pago de tenencia en autos nuevos. En la segunda escena dicta ayudas para las grandes empresas, al eliminar la consolidación fiscal que se tiene que presentar en el mes de julio (justo a tiempo), y el IETU se vuelve anual para responder a una vieja demanda. En ese mismo escenario, además, hay premios a las personas físicas: se recorre de 2 a 4 años el uso de la firma electrónica avanzada. En la tercera escena (una vez más, mensaje a la Nación), Calderón se dirige a las clases populares: de acuerdo con la data ofrecida en cadena nacional por el mandatario, es histórica la generación de empleo en México. Los suspicaces dirán que la obra puede fácilmente llamarse “En busca de votos para mi partido (o beneficios para todos los sectores sociales)”. Los menos avezados, con un conocimiento mínimo del uso electoral que en este país se da a las buenas noticias, sólo preguntarán: El presidente, ¿no podía esperar al lunes 5 de julio, 24 horas después del proceso electoral, para abrir la caja de beneficios para todos? Dato que no está de más: la fiscal que tendría que investigar si estos anuncios son o no delitos electorales, Arely Gómez, renunció hace dos días por razones que aún no quedan claras.




Corea del Sur mantiene una guerra congelada (ni siquiera fría) con Corea del Norte. El dictador norcoreano casi provoca una guerra nuclear hace semanas. Pero para los encargados de Protocolo en el Senado mexicano, eso es poca cosa. Ayer casi reciben al presidente de Corea del Sur, Lee Myung-Bak, con una bandera de Corea del Norte hermosamente colocada al pie de la estatua de Belisario Domínguez. Lo bueno es que alguien les señaló el error cuando faltaba hora y media para la llegada de los invitados. Al final, los organizadores salvaron el día poniendo otro arreglo floral con los colores rojo y azul del círculo central que adornan la bandera de Corea del Sur. Fíu.




Como si fuera posible confiar en la “buena voluntad” de los narcos o sus aliados, tampoco la subprocuradora de Asuntos Internos de Chihuahua, asesinada ayer, traía vehículo blindado. Lo mismo que sucedió con Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI ejecutado en Tamaulipas: sus autos estarían o poco o nada blindados. Lo de Sandra Ivonne Salas tiene implicaciones dramáticas. Se habla de traición. Ella tenía uno de los cargos más riesgosos de esta guerra: investigar las relaciones entre servidores públicos y el crimen organizado. ¿Por qué sólo traía dos escoltas? ¿Por qué no le dieron un blindado? Quien “la puso” (la entregó), si es que fue un asesinato desde adentro, sigue en la estructura oficial.


Apunte final: Ayer la matanza fue en Sonora, el único estado en todo el norte que se mantenía en relativa paz. En el gobierno federal se dice —como crítica o como alabanza— que la calma sonorense se debe al “equilibro” logrado por el malogrado Eduardo Bours.

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