TRASCENDIO

Que a la resolución de la Corte que avala el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro se sumará, la semana próxima, otro revés al necio movimiento de Martín Esparza: los dirigentes del SME legalmente reconocidos concluyen su gestión y con ella la vigencia de su toma de nota.

Esparza y Fernando Amezcua carecen de representación legal porque la elección fue anulada por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, y ninguno convocó a nuevas elecciones.

Que será a partir del 14 de julio cuando queden acéfalas todas las carteras del SME.

Ya no podrán ostentarse como validados los aún secretarios del Interior, Humberto Montes de Oca; del Trabajo, Eduardo Bobadilla, y el tesorero, Alejandro Muñoz.

Sin representación legal, nadie podrá disponer de los bienes de la agrupación. Para salir de la crisis, los aún líderes pueden recurrir a la liquidación forzosa y a deshacerse del patrimonio sindical.

Un desastre ganado a pulso por Martín Esparza.

Que la facción perredista encabezada por Jesús Ortega tiene listos sus argumentos para defender internamente su política de alianzas con el PAN e impulsar una nueva coalición entre espurios y legítimos en las elecciones del Estado de México en 2011.

Según las cuentas de Los Chuchos, PRD y PAN perdieron en conjunto 3.5 millones de gobernados en Zacatecas, Aguascalientes y Tlaxcala, pero a cambio ganaron 13.5 millones en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.

Lo difícil será explicar cuántos corresponden al PAN y cuántos a PRD, Convergencia y PT.

Que, curiosamente, luego del triunfo de Rafael Moreno Valle, el presidente Calderón estará hoy en Puebla, aún gobernada por el priista Mario Marín, quien lo acompañará en su visita a la planta Volkswagen.

Que luego de las victorias en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, y para aprovechar el shock del PRI ante estos fracasos, el PAN está decidido a pelear hasta el último voto en Durango y Veracruz, aunque en este último tendrá la férrea resistencia del gobernador Fidel Herrera.

Esta situación dejará en stand by la convocatoria del presidente Calderón al diálogo para acordar una estrategia de Estado en la seguridad, pues mientras los procesos electorales no queden finiquitados, el tema estará relegado.