Por qué Miguel Márquez está en el Cereso?
No existe evidencia de que haya recibido un Ferrari o le hayan confiscado un yate. Tampoco hay pruebas en su contra de que sea dueño de alguna empresa contratista que dé servicios a la CFE. Mucho menos que haya violado la Constitución Política para ceder terreno a las firmas trasnacionales en el campo de la generación de electricidad. No. Miguel Márquez está en el Cereso de San Miguel, Puebla, no porque haya cometido alguno de los delitos mencionados. Todo lo contrario: él, como miembro de la dirección del SME y como electricista en resistencia, desde el 10 de octubre de 2009 ha luchado pacíficamente para que los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro que no se han liquidado recuperen el empleo que Calderón les robó. Ha denunciado la rapiña que Georgina Kessel y Alfredo Elías Ayub cometieron contra el patrimonio de LFC. Ha demostrado la corrupción de Néstor Moreno Díaz y otros funcionarios de la CFE. Ha defendido el contrato colectivo de los electricistas y al SME de la manera más radical: participando en una huelga de hambre durante 62 días, sacrificio que le trajo daños irreversibles en su salud. Ha enfrentado con dignidad el daño moral y la campaña mediática de desprestigio orquestada por Javier Lozano.
Por eso Miguel Márquez está en el Cereso, porque, como en todos los casos de luchadores sociales, el gobierno inventa los cargos de privación ilegal de la libertad en la modalidad de plagio y daños al patrimonio nacional para criminalizar la lucha social y la protesta.
((A votar en 2012 por un verdadero cambio))
Sólo un mexicano puede entender a Cantinflas o un informe presidencial. Los dos intentan esconder su incapacidad con pretenciosa palabrería. El primero con una graciosa inocencia y el segundo con malévola perversión.
En México estamos acostumbrados a eso, formamos parte de eso. Al policía de tránsito que te detiene no le importa el reglamento, sino aprovechar tu ignorancia y negligencia, montando una escena hipócrita de aparente dignidad que sólo busca su mordida. Si no entiendes el doble sentido de la escena y no reaccionas adecuadamente solicitando humildemente la graciosa aceptación de un regalito, puedes incomodar a la autoridad y terminar en el corralón. Estamos acostumbrados a que los políticos sean así: jugamos a entenderlos, nos divertimos y hasta admiramos esas habilidades para mentir y transar.
Por eso, cuando aparece un político franco y directo como Andrés Manuel López Obrador nos enfrentamos a un juego diferente que no sabemos jugar: la verdad, clara y directa.
Este sexenio que nunca empezó, ya terminó. El 2012 está en marcha, nuestro voto es la única posibilidad real de existir y expresarnos como ciudadanos; después de eso, todos quedamos en el olvido, pero si no votas nunca exististe. El reto que viene, y que se está definiendo desde ahora, es seguir en un país de mentiras, jugando a la política de la mentira, las estrategias y el doble sentido, mientras nos saquean, o marcar un verdadero cambio con ciudadanos y políticos de verdad en un país de verdad.
Carlos Noriega Félix
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