Si alguien sabe los tejes y manejes de los priístas, sin duda alguna es el ex gobernador de Puebla, ex secretario de Gobernación y ex Senador Manuel Bartlett, quien expresó hace unos días que sólo una rebelión social podrá quitarle el poder al duopolio Televisa - TV Azteca.
Durante la presentación del libro “La ley Televisa y la lucha por el poder en México”, que se llevó a cabo en la Universidad Iberoamericana de Puebla, Manuel Bartlett explicó que el espacio radioeléctrico que ostentan Televisa y TV Azteca ha permitido el secuestro del Estado mexicano, perpetrado por una mafia integrada, entre otros, por Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, que son socios de las televisoras y los principales promotores de leyes tan nefastas como las que se discuten en este momento en la Cámara de Diputados.
Sé que mucha gente tiene razones de sobra para refutarle a Manuel Bartlett su complicidad en el fraude electoral que permitió la llegada de Salinas al poder, sin embrago, hay que reconocer que es un político auto crítico y que al deslindarse de las barbaridades que han cometido los priístas desde entonces, ha apoyado causas justas y se ha pronunciado en contra de las privatizaciones, en especial la del petróleo.
Durante la guerra sucia que emprendió el PAN en la campaña electoral de 2006, las declaraciones de Manuel Bartlet fueron en defensa de Andrés Manuel López Obrador, y no por simpatía, simplemente porque reconoció que si no había un cambio de fondo en la vida pública de México pasaría lo que estamos viendo ahora.
Tal vez Manuel Bartlet dentro de su partido y ante los panistas no sea visto con buenos ojos, porque va al fondo de los problemas y no se queda en la superficie; conoce las maniobras de los políticos corruptos para mantenerse impunes y conservar la honorabilidad gracias a los medios de comunicación que distorsionan la realidad.
Al decir que sólo con una rebelión social será posible quitarle el poder a los medios, no creo que se refiera a un levantamiento armado sino a esa toma de conciencia colectiva por la que trabaja todos los días el Presidente Legítimo de México.
Cuando la mayoría de la gente deje de ver la tele y se organice para participar en el cambio que necesita este país, ninguna ley amañada podrá arrebatarle el poder al pueblo.
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