Los republicanos—o sea la ultraderecha—de Arizona, no contentos con criminalizar a los indocumentados, prohibieron en un distrito escolar de Tucson que se pudieran enseñar clases de estudios étnicos.
Estudios de la cultura afroamericana, latinoamericana, asiáticos, de la mujer, o de cualquier otra minoría en Estados Unidos quedan prohibidos a pesar de que las universidades de Estados Unidos tienen carreras sobre estudios étnicos.
La excusa, alegan los republicanos dentro del gobierno de Jan Brewer, es que los estudios étnicos promueven “el resentimiento hacia los blancos.”
No dudo que muchos mexicanos se van a indignar por esta medida evidentemente racista. Y no dudo que no van a faltar los que los acusen a la gente de Brewer de nazis y de otros epítetos.
Y tendrán razón, sólo que para que sean congruentes con sus quejas deberán primero considerar lo siguiente:
1. Los panistas han intentado acabar con la educación pública, sobre todo con la UNAM, alegando que sólo genera revoltosos y resentidos sociales.
2. Si algún mexicano es de izquierda y se queja de la ineptitud y de la corrupción del PAN y del PRI, ambos partidos lo tachan de “resentido social.”
3. Y si alguien se atreve a señalar a los grandes empresarios por las transas y los saqueos que han perpetrado al amparo del poder público—por ejemplo, apoyar un fraude electoral para conservar los privilegios fiscales que les permiten no pagar impuestos—entonces inmediatamente, para el PAN y el PRI, el denunciante se convierte en “resentido social.”
4. ¿Alguien critica al arribismo, la prepotencia, o a la mala leche de algún funcionario del PAN o del PRI? ¡Hombre! ¡Resentido social!—dicen el PAN y el PRI.
Tampoco puede ser congruente una queja contra el racismo en Arizona si la queja viene de alguien que nunca se quejó de que la PGR encarcelara a la voz de “¡pinches indias!” a las mujeres indígenas que fueron encarceladas sin justificación alguna acusadas de disque secuestrar a unos AFIs sin que fuera cierto. Mucho menos si no se quejaron de que Fernando Gómez Mont no se ha querido disculpar con las mujeres indígenas encarceladas de manera injusta.
Para quejarnos de Arizona, primero hay que quejarnos del PAN y del PRI, que se les parecen—aunque por quejarnos nos llamen “resentidos”.
Por eso mejor AMLO 2012.
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PD: ¿Y no será que los resentidos son los panistas y los priistas? ¿Cómo se explica tanta bilis de su parte de otra manera?
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