No soy madre pero he compartido con algunas de ellas el dolor ante cualquier situación que afecta a sus hijos; una enfermedad, un accidente, un padecimiento irreversible o el simple hecho de que sean despreciados.
Lo que no he logrado imaginar es el dolor y la desesperación que deben sentir las madres que perdieron a sus hijos bajo el fuego provocado por la irresponsabilidad de quienes gozan de total impunidad.
Dejar a un hijo sano por la mañana y recibir por la tarde un cadáver calcinado es para volverse loco. No sé cómo han hecho esas madres para seguir de pie y luchando para exigir justicia.
Ninguna mención a ellas y a su profundo dolor de parte del primer responsable de la tragedia, Felipe Calderón. A cambio del silencio, hizo viajar a mujeres de algunos estados, para que aplaudieran su discurso vacío, a las que no les ofreció lo prometido: un miserable desayuno.
Ya no le parece populismo ayudar a las madres solteras, ahora intenta simular que es una medida oportuna para que los niños mexicanos puedan tomar al menos un vaso de leche al día. Cuánta ceguera existe en los hombres y las mujeres que como él y la Gordillo no han valorado el papel de la mujer en la sociedad. Cuánta ignorancia de Calderón al tratar de tapar el sol con un dedo.
El robo de la Presidencia, en complicidad con los personajes más perversos de la política y de la vida empresarial del país, fue un golpe muy duro para el pueblo pero especialmente para las mujeres, para las madres que ante la crisis económica tienen que abandonar a sus hijos, algunas en la calle y otras en “estancias infantiles” que representan una bomba de tiempo, no sólo por el riesgo físico que corren sus hijos, sino por dejar pasar los momentos más valiosos de la infancia en manos inexpertas que pueden provocan daños irreversibles en la personalidad de los pequeños. Y no lo digo yo…
De acuerdo con el Informe del resultado de fiscalización superior de la Cuenta Pública 2008, la operación de guarderías y estancias infantiles, responsabilidad de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), se realizó de manera desregulada pues no se consideraron DISPOSICIONES LEGALES en aspectos de salud, educación y protección civil a las que debió ajustarse el Programa de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras (con las que se llena la boca Calderón). Al verificar si las reglas eran congruentes con la normatividad oficial para actividades de ese tipo, la AUDITORÍA SUPERIOR DE LA FEDERACIÓN constató que el programa no consideró para su operación disposiciones que ofrecieran, procuraran ni garantizaran las mejores condiciones en materia de HIGIENE, SALUD, ALIMENTACIÓN, EDUCACIÓN NI DESARROLLO ARTÍSTICO Y CORPORAL.
Así han hecho las cosas todos los gobiernos prianistas que hemos padecido en los últimos años. Puro blof y nada de calidad para las futuras generaciones.
No les cabe en la cabeza que los niños representan el futuro, y que garantizar el bienestar de las madres es primordial.
Parece que educación, arte y cultura a estos prianistas les produce vómito.
Yo sí recordé el 10 de mayo a las madres, y padres, de la Guardería ABC que no tendrán nunca más una sonrisa y un beso de sus hijos calcinados por el sistema.
Una de las peores infamias de este gobierno usurpador es tratar de que olvidemos, para que los culpables, entre ellos su amigo Juan Molinar Horcasitas, sus parientes políticos así como los del ex gobernador priísta Eduardo Bours, sigan impunes.
Un abrazo hasta Hermosillo para ellas
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