Marcelo Ebrard ya compró las alianzas. Y más aún, ayer dijo que una coalición electoral como la de 2010 (PRD-PAN y quien se sume) enfrentará al candidato del PRI a gobernador del estado de México el año entrante. Esto deriva en varias lecturas. La primera es que existe una clara intención de impactar en las preferencias de su segundo más poderoso competidor para las presidenciales: Enrique Peña Nieto, porque no es un secreto que el proceso de Edomex, previo al federal de 2012, servirá para medir la fuerza del actual gobernador y del mismo tricolor. La segunda es que marca distancia con Andrés Manuel López Obrador y se pega aún más al PRD de Jesús Ortega; recordemos que AMLO, su principal competidor (porque le compite en las internas y luego, dependiendo cómo queden, en el proceso electoral federal), se opone a las alianzas. La tercera lectura es quizás la más importante —porque las primeras dos son derivadas lógicas—: Ebrard ha decidido jugársela con el resultado de este verano de 2010. Al comprar las alianzas, juega parte de su Muy interesante.
Jesús Manuel Lara Rodríguez denunció varias veces que en el Valle de Juárez se llevaba a cabo una guerra de exterminio que había terminado con la vida económica regional y provocado un desplazamiento inédito de ciudadanos desprotegidos. Lo amenazaron de muerte. Huyó del poblado del que era alcalde, Guadalupe Distrito Bravo, y se estableció en Ciudad Juárez. No lo perdonaron: fueron por él, y le dieron muerte por hacer su trabajo. Es el tercer presidente municipal que matan en la zona. El 17 febrero de 2010 ultimaron al de Guadalupe y Calvo, Ramón Mendívil Sotelo. Y antes, el 15 de julio de 2009 ejecutaron al de Namiquipa, Héctor Meixueiro. Como sucede al caso de Armando Rodríguez, El Choco, periodista de El Diario de Ciudad Juárez, nadie sabe quiénes fueron porque las investigaciones simplemente no van a ningún lado. La información que publica hoy EL UNIVERSAL da cuenta de la realidad: simplemente no se investigan 95% de las muertes de la “guerra” contra el narcotráfico. Hasta abril de 2010 se sumaban 22 mil ejecuciones, pero sólo hay mil 200 averiguaciones previas.
Estados Unidos está empezando a pagar la cuota del aumento de fanáticos del futbol. Su preocupación se concentra en el ausentismo laboral. Según The Wall Street Journal, el juego México-Sudáfrica atrajo a medio millón de personas, que aunque son pocas, representan 178% más del récord anterior para un servicio por cable. El partido Inglaterra-Estados Unidos tuvo una audiencia de casi 18 millones de personas, lo que es ya un récord de récords. Para que se dé una idea, las finales de basquetbol de la NBA entre Celtics y Lakers fue vista por 16.4 millones.
Apunte final: Hubiera sido interesante saber qué pensaría Carlos Monsiváis del homenaje realizado en Bellas Artes. Porque muchos no vieron bien (y lo dijeron en voz alta durante el evento) que acudiera Alonso Lujambio, secretario de Educación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario