lunes, 18 de octubre de 2010

El soez neopanismo de @M_Ebrard Federico Arreola


"La ambición es el último recurso del fracaso", dijo Oscar Wilde. Por ambicioso, Marcelo Ebrard Casaubón ha perdido lo más importante que tenía: el respeto de los ciudadanos de izquierda, que fueron los que le llevaron a la jefatura de gobierno del Distrito Federal.


La vulgaridad de exhibirse ayer domingo en Toluca como un aliado del PAN y de Felipe Calderón ha terminado por ubicarlo, de plano, entre los enemigos de la democracia. Porque si a Ebrard ya se le olvidó el fraude electoral del 2006, a nosotros no. Somos millones los que recordamos la forma tan autoritaria como ilegal en la que Calderón llegó al poder. Si a Ebrard esto es algo que ya no le importa, peor para él.


Seguramente el jefe de Gobierno piensa que pactando con Calderón podrá ser el próximo Presidente de la República. Se equivoca totalmente. En primer lugar, ya verá que el panismo lo traicionará y no lo hará su candidato presidencial. En segundo término, si Marcelo es tan insensato como para buscar sólo con el PRD ganar las elecciones del 2012, de una vez les digo que quedará en cuarto sitio, por debajo de los candidatos del PAN, del PRI y del PT-Convergencia (estos últimos irán con AMLO).


A Ebrard solo como candidato del PRD le pronostico menos del cinco por ciento de los votos. Esa es toda la fuerza de Ebrard: un cinco por ciento.


Nos veremos las caras. Ebrard y su equipo de cortesanos serán simplemente avasallados por el Movimiento de López Obrador en cualquier terreno en el que quieran competir. Les falta lo que a nosotros nos sobra: autoridad moral.


Una prueba de que Ebrard con sus neopanistas actitudes sólo le da gusto a la peor derecha mexicana es lo que este lunes, temprano, dijo Pedro Ferríz de Con en su programa de radio. El singular vocero de la oligarquía mexicana aplaudió rabiosamente la idea de las alianzas que tanto promueve Ebrard sólo para concluir algo que Marcelo no se ha atrevido a decir pero que pronto expresará: que en México únicamente dos partidos valen la pena, el PRI y el PAN.


Ebrard claramente apoya al PRI y al PAN. Miente si dice que su lucha es contra el priismo y contra Enrique Peña Nieto.


El que divide a la izquierda en el Estado de México es Ebrard. El jefe de Gobierno no ignora que la izquierda verdadera ya tomó la decisión de ir con candidato propio en ese estado. Así que la insistencia de Marcelo y los chuchos de que el cascarón, que no es otra cosa, de la burocracia del PRD vaya en alianza con el PAN sólo puede considerarse un acto de sabotaje contra el movimiento izquierdista.


En 2006 la izquierda lo ganó prácticamente todo en el Estado de México, desde luego gracias a la popularidad de López Obrador. Si en 2009 la izquierda sufrió una gran derrota en esta entidad debe atribuirse sin lugar a dudas a la desastrosa conducción de los chuchos (grupo al que pertenece Ebrard) que no han podido llevar al PRD a ningún buen puerto.


Actualmente, fortalecido el Movimiento de López Obrador la izquierda irá, con o sin el PRD y Ebrard, a las elecciones de gobernador del Estado de México con amplias posibilidades de victoria. En este sentido, queda claro que el proyecto de Ebrard de golpear a la candidatura izquierdista apoyada por el movimiento de AMLO sólo puede significar que Don Marcelo ya está en la lógica de fomentar un bipartidismo para México.


Si Ebrard quiere que el bipartidismo PRI-PAN impere en nuestro país, muy su problema, y si desea ser él mismo el candidato panista en 2012, muy su locura.


Nosotros, los que queremos el cambio verdadero, los que pensamos que este sólo puede darlo el proyecto de izquierda de López Obrador, estamos listos para enfrentarnos y, lo que es más importante, para vencer al PRI y al PAN, independientemente de si a éstos los apoyan o no Ebrard, Camacho, los chuchos y toda esa ralea.

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