Grabaciones: Peña Nieto contra Fidel Herrera ...Federico Arreola

.En esta columna hablaré sobre la mano de Enrique Peña Nieto detrás de las grabaciones ilegales que alguien hizo de conversaciones telefónicas del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera.

El PAN y el gobierno, obviamente, no fueron los que primero difundieron las grabaciones de Fidel Herrera por internet. Explico por qué.

Hay elecciones de gobernador en Veracruz. De los tres candidatos registrados (Javier Duarte, del PRI; Miguel Ángel Yunes, del PAN, y Dante Delgado, del PRD), el que no cuenta con posibilidades de lograr la victoria es el panista Yunes. Así, no es rentable para Acción Nacional y para el gobierno federal panista abrir un escándalo de espionaje para buscar apoyar a un candidato que por ningún motivo ganará.

Es un hecho que el PAN y el gobierno federal van por el Precioso gobernador de Puebla, Mario Marín, y por el cuestionado gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz. En estas dos entidades el proceso electoral está cerrado, reñdido, por lo que resulta atractivo intentar cualquier cosa para apoyar a los candidatos de la alianza PAN-izquierda, el oaxaqueño Gabino Cué y el poblano Rafael Moreno Valle.

Por esa razón, el PAN y el gobierno, es un secreto a voces, están armando una estrategia para dar a conocer, a la brevedad posible, grabaciones telefónicas del Precioso Mario Marín en las que este, sin pudor, habla de su pederastia.

Pues bien, ninguna noticia le sirve más al Precioso Marín que las grabaciones de charlas de Fidel Herrera, relacionadas con la ayuda financiara que este promete dar al candidato del PRI a gobernador de Veracruz, Javier Duarte. Esa es una excelente noticia para Mario Marín porque el escándalo veracruzano le quita relevancia a las conversaciones telefónicas del gobernador poblano que ya están listas para ser difundidas en algún noticiero radiofónico. Cuando le estalle el nuevo problema de pederastia a Marín, la gente estará harta de tanto espionaje político.

Naturalmente, si hubiera grabaciones de Ulises Ruiz, de Oaxaca, también serían irrelevantes por lo gastado del recurso.

Por esa razón, irse ahora contra el gobernador Fidel Herrera no altera una contienda como la veracruzana ya muy definida. Es decir, lanzarse contra Herrera no perjudica al candidato del PRI, Javier Duarte, sino al propio Fidel Herrera. Y no beneficia al candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes, quien no logró llegar a un nivel realmente competitivo.

Con todo este lío el único que podría crecer es el candidato de izquierda, Dante Delgado. Pero el PAN y el gobierno federal no se meterían a espiar a Herrera para beneficiar a un político, como Delgado, tan identificado con Andrés Manuel López Obrador.

Si al PAN y al gobierno de Calderón no les interesa, por su escasa rentabilidad, espiar a Fidel Herrera, ¿quién puede tener interés en perjudicar al gobernador veracruzano en el último tramo de su gobierno? Respuesta: Aquel que a Herrera le vea posibilidades presidenciales. Es decir, alguien como el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.

A Peña Nieto le sobran razones políticas para estar molesto con Fidel Herrera. Sobre todo porque el PRI de Veracruz, controlado todavía por Herrera, decidió no invitar a Enrique Peña Nieto a la campaña de Javier Duarte.

No sé si Fidel Herrera tenga posibilidades presidenciales. Es obvio que Peña Nieto cree que Fidel las tiene.

Peña Nieto, que no fue invitado por el PRI veracruzano a la campaña de su candidato a gobernador, no se colgará, de ese modo, ninguna medalla si gana Duarte.

Eso significa que Peña Nieto podrá presumir que apoyó al PRI en todas sus victorias de 2009 menos en la más importante: Veracruz, en donde ni siquiera se le permitió hacerse presente.

En sus aspiraciones presidenciales, para Peña Nieto es estratégico probar que en el PRI solo él gana elecciones. Así, le interesa obstaculizar al máximo al candidato priista veracruzano, Javier Duarte. Ya que si este perdiera, Peña Nieto gritaría que la derrota llegó porque a él no se le permitió participar en la campaña.

Esa es la única explicación de que los aliados de Peña Nieto en el PRI no hayan salido a defender a Fidel Herrera.

Ahora bien, el miércoles en la noche me encontré casualmente al candidato del PRI veracruzano, Javier Duarte. No vi a Duarte para nada preocupado por las grabaciones a Fidel Herrera, lo que es lógico ya que eso no lo perjudica a él, sino a Fidel Herrera. Me presentaron a Javier Duarte en el aeropuerto de Toluca a donde acudí a recibir a un amigo que llegaba de Monterrey. Duarte aterrizaba procedente de Poza Rica de un evento petrolero acompañado de Carlos Romero Deschamps. Aclaro que no saludé a Romero Deschamps, solo a Duarte.

Cuando el escándalo estalló, el PAN decidió tratar de capitalizarlo. El presidente de este partido, César Nava, dio a conocer sus propias grabaciones, en las que el personaje central vuelve a ser Fidel Herrera, esta vez acompañado del ex panista Gerardo Buganza

Sorprende que Nava se haya prestado a cometer un presunto delito por el que la PGR está persiguiendo a la ex funcionaria Purificación Carpinteiro: divulgar grabaciones ilegales. Si alguien denuncia al líder panista, lo meterá en serios problemas jurídicos.

El hecho es que las grabaciones no se difundieron para perjudicar al candidato a gobernador Javier Duarte, sino al gobernador Fidel Herrera. Y bueno, si eso no se hizo para dañar a un candidato en campaña, sino a un gobernador que ya se va, entonces, sin duda, el escándalo no se diseñó para influir en los comicios locales de 2010, sino en los presidenciales de 2012.