Los gobernadores priístas mostraron ayer otra vez su fuerza… pero ahora se impusieron a su propia dirigencia nacional, que quería, siguiendo lógicas de su relación con el gobierno federal, bajar el IVA del 16% a 15%. El impuesto al consumo se queda como está. Y no sólo eso: también impulsaron una bolsa adicional de recursos por 58 mil millones de pesos para 2011, 55 mil millones de los cuales serán para un Fondo Nacional de Reconstrucción para estados afectados por inundaciones. “Las circunstancias cambiaron; nosotros no tenemos porqué no cambiar”, dijo el coordinador de los diputados federales, Francisco Rojas, quien se ha visto obligado a modificar públicamente su postura respecto al IVA dos veces. Y ni modo. Así funcionan las cosas ahora. Durante una década los mandatarios han sido la fortaleza del Comité Ejecutivo Nacional y de las bancadas en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados. Después de perder Los Pinos, ellos mantuvieron viva la esperanza del PRI. Y luego tomaron un poder inusitado que se volvió, en la práctica, el verdadero contrapeso del Ejecutivo federal, desde 2000 en manos del PAN. Ahora hasta la cúpula del PRI la paga.
Si en 2006 se hubiera dado una segunda vuelta electoral, quizá habría ganado Andrés Manuel López Obrador, o quizá no. Eso dijo ayer Felipe Calderón. Pero de lo que sí está seguro, según expresó a los senadores integrantes de la Junta de Coordinación Política que lo visitaron ayer en Los Pinos, es que el ganador tendría más legitimidad. Por ello ahora busca relanzar la Reforma Política para la elección presidencial de 2012. En esa reunión les expresó que estaría de acuerdo en la ratificación del gabinete, pero les propuso ir más allá: a un sistema semiparlamentario, porque si sólo se ratifica al gabinete se debilita la figura del Presidente de la República.
Por cierto, ayer se incorporó un tercero en la discordia. Otro presidenciable. Enrique Peña Nieto se subió al ring con “los que llegan de fuera, alborotan y se van”. El gobernador del Estado de México criticó a Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del DF, y a López Obrador, por “meter la nariz” en aquella entidad. Y así, la carrera presidencial para 2012 se ha concentrado en unos cuántos kilómetros cuadrados. Es imposible no preguntarse en dónde está el PAN, y qué efecto tendrá su ausencia, por lo menos temporal, en el Estado de México. ¿Se evita el desgaste? ¿O acaso está tomando demasiados riesgos al dejar solos al PRI y a la izquierda en esta precampaña?
Apunte final: Nadie la ve. Nadie la oye. Pero doña Alma Trinidad Herrera no desiste. Se manifiesta sola en el Zócalo del Distrito Federal. Es una contadora pública de Culiacán. Su hijo Cristóbal, de 16 años, fue asesinado junto a otros ocho inocentes. Cristóbal estudiaba el primer año de preparatoria cuando cortaron su vida el 10 de julio de 2008. Y como en miles y miles de casos más en este sexenio, nadie busca a los asesinos
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