Una vez más el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, se quiso curar en salud haciéndose el gran perseguidor de delitos electorales cuando en realidad solapó los que perpetró el PRI en las elecciones presidenciales.
De acuerdo con Reforma, Valdés Zurita dijo que los partidos políticos pueden estar seguros de que si recibieron dinero ilícito, la unidad de fiscalización del IFE lo detectará, por lo cual, dijo, confía en que los partidos no hayan falsificado documentos sobre el origen de los recursos de sus campañas presidenciales.
Qué chiste. Ya se consumaron los delitos electorales. Si encuentran que hubo algo ilegal no se cambia el resultado de la elección. Lo único que pasará es que se aplicarán multas con cargo al dinero de los partidos que resulten sancionados. Es decir, con cargo al erario.
Peor: Valdés Zurita una vez más mostró que está en contra de los partidos de izquierda, ya que cuando le preguntaron que si se puede confiar en el IFE cuando los partidos de izquierda desconfían del IFE por no atender denuncias sobre el uso de dinero ilícito en las campañas del PRI, Valdés respondió:
"Los partidos y sobre todo los que usted menciona (los de izquierda) más bien deben de tener cuidado frente a la fiscalización del IFE porque cada vez que el Instituto Federal encuentra que algún partido ha cometido alguna acción que traspasa las normas, imponemos las sanciones correspondientes."
¡Ah qué huevos! O sea que el que se hizo de la vista gorda con la propaganda encubierta de Peña Nieto, y que además se negó a terminar la fiscalización antes de la calificación de la elección es el que ahora va a juzgar a los partidos de izquierda que denunciaron eso.
Parecería que Valdés Zurita una vez más se quiere curar en salud, para que no lo corran con una reforma electoral, poniendo una fachada de que sí sanciona a los partidos que violan la ley electoral respecto a gastos de campaña. Pero la realidad es que el IFE de Valdés Zurita hizo un pésimo trabajo.
Pues no. Valdés Zurita se tiene que ir junto con el resto de los consjeros del IFE por ineptos y por haberse negado a que se fiscalizara antes de la calificación electoral. No deben segiur en el cargo porque en vez de defender a la democracia, ayudaron a que el PRI la pisoteara.
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