Mientras la pregunta “¿En dónde está Diego?” sigue en el aire, otra se sobrepone: ¿Y quién es ese sobrino que se empeña en contradecir lo que los hijos de Fernández de Cevallos desmienten a periodistas de su confianza? Se trata de un empresario al que además le gustó la política. Un priísta, hijo de un panista que sirvió con cartera de primer nivel a un gobierno estatal. El sobrino tiene prestigio qué arriesgar, y de hecho, en las últimas elecciones se apuntó una victoria clave para el PRI aunque no fuera el candidato. Es un hombre público, cercano a “El Jefe” Diego; los hermanó la discusión política y negocios millonarios que arrancaron juntos (terrenos, una mina…) desde hace años. El sobrino contó después que ese viernes 26 de noviembre estaba en una boda familiar en Acapulco, Guerrero, cuando notó algarabía contenida en un grupo muy cerrado de parientes. Se lo compartieron: Diego está libre y sano. Más tarde, ya de madrugada, llamó al reportero de EL UNIVERSAL y le dijo: Diego está libre y sano. Se lo sostuvo el sábado 27 y el domingo 28. Después agregó otra data: que Diego está libre y, aunque sano, está impresentable por el desgaste físico y emocional provocado por el encierro. Que la familia pactó el silencio.
A estas alturas, este medio carece de información que confirme una u otra versión familiar. Si se decidió a publicar la noticia el sábado, fue por tres razones: porque el aviso fue interpretado como el comunicado oficial (lo de la boda lo expresó el sobrino posteriormente) debido a que esa fuente así se asumió durante el plagio; porque esa madrugada las autoridades remitieron a la familia para cualquier información; y porque los esfuerzos para reconfirmar o desmentir la versión fueron infructuosos debido a lo avanzado de la noche. Así, brincan otras preguntas: ¿por qué el sobrino sostiene su versión días después? Si miente, ¿con qué propósito? Es un hombre reconocido, con carrera política y empresarial en Querétaro. ¿Por qué se arriesga tanto y por qué miente, si es que miente?
“Se acabó; así no se transita en un régimen democrático”, gritó el diputado federal del PRI Sebastián Lerdo de Tejada. Poco antes, Jorge Carlos Ramírez Marín dijo que Felipe Calderón “acaba cualquier posibilidad de acuerdos” y ha dejado claro “cuál va a ser el programa de gobierno de los próximos meses: evitar que ese partido [el PRI] gane el gobierno”. Francisco Rojas Gutiérrez, estuvo en el mismo tenor. Antes fue el líder del Senado, Manlio Fabio Beltrones, e incluso Enrique Peña Nieto. Y así, el PRI dividido por la discusión del Presupuesto 2011 volvió a compactarse. Y Calderón entró en conflicto con la mayor fuerza política del país. ¿Calculó bien?
Apunte final: Dicen que Gabino Cué encontró faltantes por muchos, muchos millones. Y que el mayor gasto injustificable está en los meses previos a la elección. Algo similar halló en Zacatecas Manuel Alonso con las finanzas de Amalia García.
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