El diario El Universal dio a conocer ayer en su columna Bajo Reserva que el ex candidato presidencial panista, Felipe Calderón, analiza la posibilidad de irse a vivir al extranjero al terminar este sexenio. Se iría a vivir a Estados Unidos o a España.
Esto yo lo he estado diciendo desde hace años, pero mi percepción se basaba en que Calderón no iba a poder vivir en México temeroso del constante repudio que recibiría de la gente ya sin cientos de militares y EMPs que lo acompañaran hasta al baño.
Ahora creo que el motivo del exilio de Calderón no tiene tanto que ver con el repudio, sino con el desastre de país que él mismo deja.
Para empezar, la inseguridad en México se disparó con la inútil guerra contra el narco. Y yo supongo que, siendo dueño de varias propiedades y ganando millones de pesos al año, a Calderón también le da miedo vivir en México ante la situación que el mismo provocó.
En segundo, no sólo no hay empleo en México, sino que además cayó el poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos. De acuerdo con el IMSS, la cantidad de mexicanos que ganan sólo un salario mínimo aumentó de 4.7% a 10.6%. Un incremento del 150% de empleados que ganan sueldo de miseria. Y el imbécil de Calderón dijo apenas el sábado pasado que el narco en México aumenta ¡porque aumentó el poder adquisitivo de los mexicanos! Su mentira no le duró ni tres días.
A Calderón le preocuparía la falta de empleo debido a que si AMLO gana la presidencia nuevamente, eliminará las millonarias pensiones para los ex presidentes.
Ahora bien; esta situación de inseguridad, desempleo y bajos salarios ocurre por culpa del propio Calderón; porque administró mal al país; porque en su obsesión por legitimar el fraude electoral de 2006 —cosa que nunca logró— se llevó al país entre las patas.
Y lo cual demuestra que el PAN de ninguna manera es opción para el país. Tan no lo es, que, como en los sexenios del PRI, al terminar el suyo, Calderón se quiere ir del país por el desastre que deja.
Por eso mejor AMLO y Martí 2012.
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