Les ofrecen dinero para que desistan de acción penal; la PGJE desvía las pesquisas, señalan
Javier Valdez Cárdenas
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 14 de noviembre de 2010, p. 31
Culiacán, Sin., 13 de noviembre. Directivos de Coppel hostigan a las familias de las seis jóvenes empleadas que murieron asfixiadas en el incendio de una de las tiendas de esa empresa en Culiacán, ocurrido entre la noche del martes y la mañana del miércoles, para que acepten apoyo económico y se desistan de acciones penales contra esta firma comercial.
El abogado Ernesto Báez Montes, quien respalda jurídicamente a la familia de la fallecida Verónica Picos Bastidas, denunció acoso de directivos de Coppel. Por separado, otros deudos acusaron a personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y directivos de Coppel de emprender actos de hostigamiento.
Familiares de Picos Bastidas acudieron a la Comisión Estatal de Derechos Humanos para pedir que las investigaciones las realice el personal de la agencia del Ministerio Público especializada en homicidios, y no la fiscalía de daños materiales, que es la que lleva el caso.
Alma Rosa Moreno, hermana de Carmen Celeste, otra de las víctimas, señaló que personal de la PGJE, que al parecer realiza las indagatorias del caso, ha mostrado a los familiares fotografías de desconocidos y les cuestiona si tenían relaciones de noviazgo con la fallecida, con la finalidad de desviar las pesquisas.
Vino una persona de la procuraduría y nos preguntó si mi hermana era casada, si tenía novio o andaba con alguien. No, les dije, ella no salía con nadie. Nos pidieron que identificáramos la fotografía de un hombre, un sospechoso, y querían saber si alguna de las muchachas (fallecidas en la tienda) tenía relación con él, contó Moreno.
Molesta, dijo que los responsables de este incendio y de la muerte de las seis trabajadores no hayan instalado salidas de emergencia, cerrado las cortinas y puesto los candados en el exterior de la tienda, y con estos cuestionamientos los investigadores parecen tener el objetivo de desviar las pesquisas, pues “le están dando otro giro a esto, quieren evadir su responsabilidad.
Un señor me llamaba a cada rato. Me decía que Coppel se ponía a nuestras órdenes para cualquier cosa que necesitáramos. Le dije que no me llamara, que nos dejen vivir nuestro duelo en paz”, manifestó.
Seis empleadas quedaron atrapadas en el incendio de la tienda Hidalgo, ubicada en el primer cuadro de la ciudad, en Culiacán, cuyas puertas y ventanas estaban bloqueadas con cortinas de acero y cerradas por fuera con candados. Horas después, cuando los bomberos llegaron hasta donde ellas estaban, ya habían muerto por asfixia.
“No sólo son las presiones, el hostigamiento, el ofrecimiento de ayuda; es que no nos dejan vivir en paz nuestro duelo por la pérdida de un familiar… a ellos sólo les interesa no tener problemas”, señaló una de las quejosas.
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