martes, 25 de enero de 2011

Duarte y el alcalde de Convergencia que quiere renunciar-- Federico Arreola

Me topé con una página de internet dedicada a la grilla llamada, aunque usted no lo crea, Los Grillos, es decir, www.losgrillos.com, que desde su portada presume de contar solo con "noticias políticas de Veracruz y del país".


Su nota principal de hoy martes (http://www.losgrillos.com/notas/seguridad_para_asegurar_el_desarrollo_javier_duarte) hace referencia a una reunión celebrada entre el gobernador veracruzano, Javier Duarte, y los presidentes municipales del partido Convergencia.


El encuentro tuvo lugar en Boca del Río, una zona elegante de Veracruz, y participaron, entre otros militantes de Convergencia, el líder estatal del partido, Adrián Ávila Estrada, y el diputado local Armando Méndez de la Luz, este último un político realmente hábil que es de los hombres más cercanos al senador Dante Delgado.


Obviamente, el tema principal que tocaron el gobernador Duarte y los alcaldes de Convergencia fue el de la seguridad.


Javier Duarte, en una de sus intervenciones, pidió a los presidentes municipales que militan en el partido político fundado por Dante Delgado "sumarse a trabajar y a ser valientes...".


Eso de hacer un llamado a "ser valientes" no asustaba a nadie en el México pacífico del pasado reciente. Pero, por lo que se ve, se trata de una expresión que aterra a cualquier en el México actual, el de la violencia generalizada, el de la guerra perdida de Calderón, el de tantos alcaldes atacados a balazos.


Por esa razón, el presidente municipal de de Chinampa de Gorostiza, Baltazar Avendaño, le dijo al gobernador Duarte que él, de plano, "ha pensado en renunciar al cargo por el tema de la seguridad, toda vez que su municipio es cercano a Tamaulipas".


No sé si Duarte sonrió cuando escuchó lo anterior, o bien si se deprimió ante la sinceridad del presidente municipal de Chinampa de Gorostiza. Sí leí, en www.losgrillos.com, que respondió al espantado funcionario salido de las filas de Convergencia, que no se raje, que le entre, que tiene todo el apoyo del gobierno estatal en el tema de la seguridad pública. ¿Qué otra cosa le podía decir?


Espero que tales palabras hayan tranquilizado al alcalde de Chinampa de Gorostiza, el ya no tan risueño poblado veracruzano atormentado como tantos otros en México por el crimen organizado. Porque con miedo, es un hecho, ni gobernar ni ninguna otra actividad humana es posible realizarla con éxito.

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