martes, 25 de enero de 2011

PARA LA HISTORIA... para que no se nos olvide!!

Carta de Andrés Manuel López Obrador a Felipe Calderón Hinojosa, candidato a la Presidencia de la República del Partido Acción Nacional

De Andrés Manuel López Obrador 24 de julio de 2006
C. Lic. Felipe Calderón Hinojosa
Candidato a la Presidencia de la República
del Partido Acción Nacional
P r e s e n t e

Vivimos momentos cruciales para nuestro país. Son tiempos que demandan a todos los actores políticos, la lucidez y la integridad que permiten estar a la altura de las circunstancias. De lo que hagamos o dejemos de hacer, dependerá el futuro de nuestro pueblo. No sólo está en juego la Presidencia de la República sino el derecho de los ciudadanos a elegir libre y democráticamente a sus gobernantes. Esa exigencia histórica nos obliga a dejar a un lado los intereses particulares y a elevar, por sobre todas las cosas, los intereses de la nación.

Como usted sabe, el proceso electoral estuvo plagado de irregularidades y de actos fraudulentos. Durante la campaña, el Consejo General del IFE actuó de manera facciosa; la publicidad en los medios de comunicación no fue equitativa; en su campaña se gastó dinero a raudales, de procedencia desconocida, y se rebasaron por mucho los topes establecidos por la ley; grupos de intereses creados pusieron en práctica un activismo ilegal; se recurrió a la “guerra sucia”, a la mentira y a las campañas del miedo; se usaron los programas sociales del gobierno federal y otros recursos públicos en apoyo a su candidatura; fue pública y notoria la injerencia del Presidente de la República para golpearnos. Y, por si todo esto no bastara, hubo manipulación en los sistemas de cómputo electoral y se falsificaron los resultados en miles de actas de escrutinio.

En pocas palabras: se violaron los principios rectores que deben prevalecer en una elección democrática, establecidos en el artículo 41 constitucional.

Al decir esto, no descalifico a millones de mexicanos que participaron en la elección con su voto y con su esfuerzo. Por el contrario, reconozco el compromiso cívico de la mayoría de quienes cuidaron las casillas y contaron los votos. Si estos ciudadanos no hubiesen actuado con rectitud, defendiendo la democracia, el fraude hubiese sido mayor. Sin embargo, hubo quienes no se comportaron con honestidad y distorsionaron la voluntad ciudadana expresada en las urnas.

Como usted comprenderá, yo nunca podré decir que estas elecciones fueron equitativas, limpias y libres. No obstante, por mi responsabilidad como dirigente de un movimiento democrático, y frente a la demanda de millones de mexicanos de llevar a cabo un recuento voto por voto, casilla por casilla, le propongo lo siguiente:

Si usted se pronuncia a favor del recuento de todos los votos, y el Tribunal Federal del Poder Judicial de la Federación ordena esta diligencia, yo ofrezco el compromiso de aceptar los resultados, si a usted le favorecen, y no convocar a más movilizaciones. De la misma manera, usted tendría que aceptar el fallo emitido por el Tribunal si resulto triunfador en el recuento.

Sé muy bien que, de conformidad con la ley, le corresponde al Tribunal calificar la elección y tomar las decisiones sobre las impugnaciones y el recuento de los votos; pero como es obvio, si usted acepta y hace público su acuerdo con esta propuesta, el Tribunal tendría todos los elementos políticos y legales, para resolver la inconformidad generada por esta elección, de la mejor forma posible.

En otras palabras: lo más conveniente para México es que ambos aceptemos el recuento de los votos y nos comprometamos a respetar el resultado.

En países democráticos hay ejemplos en los que el candidato que resulta ganador por estrecho margen, ha propuesto revisar las irregularidades y contar los votos, despejando así las dudas sobre su triunfo. Ahí está el caso reciente de Óscar Arias, en Costa Rica, quien habiendo obtenido el triunfo por pocos votos pidió que se revisaran todas las denuncias de su adversario y que se contaran manualmente todas las boletas. Al final del recuento, se confirmó ganador y su triunfo fue legítimo e inobjetable, lo que fue reconocido por el otro candidato y la sociedad en su conjunto.

En caso de que usted no acepte esta propuesta, asumirá su responsabilidad de cara a los mexicanos. Si el Tribunal no cuenta los sufragios y avala su “triunfo”, quedarán para siempre la sospecha o la certidumbre de que usted no ganó en las urnas y de que hubo fraude en la elección. De ser así, para millones de mexicanos usted será un presidente espurio y nuestro país no merece ser gobernado por alguien que no tenga autoridad moral ni política.

Además, le expreso que, en tanto no se resuelva el recuento de los votos y se pretenda imponerle, seguiremos recurriendo a la resistencia civil pacífica que siempre ha sido utilizada en México −por cierto, también por ustedes− y en el mundo, cuando se trata de hacer valer los derechos sociales, civiles y ciudadanos.

Asimismo, quiero señalarle que nuestro movimiento siempre se ha conducido con responsabilidad, de manera pacífica y legal. Nuestras manifestaciones están garantizadas por la Constitución mexicana y, por tanto, son un derecho ciudadano. Sus declaraciones acerca de que “la fuerza de los pacíficos prevalecerá sobre la fuerza de los violentos”, con el señalamiento explícito de nosotros “los pacíficos” y ustedes “los violentos”, constituyen una calumnia que sólo aumenta la crispación política y social, y en los hechos, se vuelve un llamado al enfrentamiento entre mexicanos.

Por último, le expreso que la demanda de contar “voto por voto, casilla por casilla” surgió del pueblo y yo estoy comprometido con ese clamor ciudadano. Entiendo que así se defiende la democracia y el derecho de los mexicanos a elegir libremente a sus gobernantes. En este momento histórico en el que se juega el futuro de nuestro país, lo que nosotros proponemos es una salida racional; una solución legal y política.

En suma: si usted sostiene que ganó, si usted está convencido de que obtuvo la mayoría de los votos, no tiene por qué negarse a despejar dudas y transparentar la elección. El que nada debe, nada teme.

Usted tiene la palabra, espero su respuesta.

Atentamente,
Andrés Manuel López Obrador
Candidato a la Presidencia de la República
de la Coalición Por el Bien de Todos

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Muchos se preguntan, con pasmo y horror, qué es lo que está pasando que la gente sigue muriendo. Me llegan mensajes privados donde camaradas me comentan que hubo balacera en su población (increíble que llegaramos a estos niveles), mientras leo también que en otra foto donde se debate de un tema de derechos humanos, otro camarada entra para alertar que están balacenado en su población también.

Y la gente se pregunta porqué hay tanta violación a los derechos humanos en nuestro país... y la gente se pregunta hasta cuándo esto se detendrá... y la gente se pregunta si hay salida, si hay opción, si hay manera de ponerle un alto a tanto, incluso mucha gente se pregunta, con pasmo y horror, hasta donde se podrá llegar.

Dentro de la línea de imágenes en repudio de votos nulos (por tener a la derecha detrás), de agrupaciones aparentemente ciudadanas (por tener a la derecha detrás) y de las alianzas piteras (porque la derecha quiere sacar tajada en virtud de su franca caída), dejo, siendo estos ya momentos definitorios en el ámbito político-electoral (aunque a muchos no les guste y/o parezca) la misiva que AMLO le envió a FeCal el 24 de julio del 2006, solicitándole de favor que se recontaran todos los votos, o en su defecto, se anulara la elección.

Simbólicas son las líneas en donde AMLO remarca la trascendencia de la decisión de Calderón, misma que era clave para garantizar la paz social a futuro que hoy está rota por entero (y que no tarda en alcanzarnos en el DF si no hacemos algo pronto... entre todos).

Para reforzar esto, dejo un video muy interesante de Lorenzo Meyer quien, estando en los 'Diálogos por la democracia' en la UNAM en octubre del 2006, expuso de manera puntual el porqué era (ahora sí que 'era... tiempo pasado') necesario, urgente, imprescindible y hasta vital dicho recuento Y OJO: si escuchamos con atención, Meyer lo único que hace es puntualizar que el recuento de los votos era necesario por algo muy elemental: por puro sentido común...

http://www.youtube.com/watch?v=juVh6K4d3Qs

Para la memoria histórica señores y por supuesto, porque el tiempo es quien va ubicando la verdad y la razón en donde corresponde.

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