viernes, 28 de enero de 2011

El adiós de Mario Marín


Organizadores del último mensaje del gobernador de Puebla habían anunciado más de 10 mil invitados a la ceremonia, pero cientos de sillas quedaron sin ocupar en un aparente desdén de la clase política hacia el mandatario saliente. El evento subrayó la salida del PRI del gobierno estatal
PUEBLA. En su último mensaje como gobernador de Puebla, el priísta Mario Marín Torres reconoció la derrota de su instituto político en julio pasado y pidió que la expresión democrática que dio paso a la alternancia se traduzca en progreso para el estado.

“Me comprometí a no interferir en el proceso electoral y a respetar la voluntad ciudadana, compromisos que he cumplido. El 1 de febrero iniciará una nueva etapa marcada por la alternancia en el titular del Poder Ejecutivo.

“Deseo que esta expresión democrática sirva a los propósitos comunes de todos los poblanos”, explicó el mandatario referente a su sucesor Rafael Moreno Valle Rosas, respaldado por una alianza entre el PAN y el PRD.

Aunque se anunció la presencia de más de 10 mil invitados en el Nuevo Centro Expositor, la asistencia fue reducida y los espacios sin ocupar visibles, por lo que las sillas vacías fueron retiradas del recinto minutos después de haber iniciado el acto.

Marín Torres aprovechó las modificaciones que los anteriores diputados aprobaron a la Ley Orgánica del Congreso para que el Ejecutivo presentara ante la máxima asamblea —por conducto del Órgano de Fiscalización del Estado— la cuenta pública en parcialidades, lo que además permitió que el último informe se enviara por escrito.

El mandatario entregó el 13 de enero su informe mediante el secretario de Gobernación, Valentín Meneses Rojas, y esperó hasta la inauguración del Centro Expositor, considerado una de las obras más costosas del marinismo, para dirigir su último mensaje.

El Centro Expositor es una de las obras más polémicas de la administración, ya que su costo se duplicó al pasar de 800 millones de pesos a mil 600 millones. El pasado martes fue inaugurado sin que los trabajos concluyeran e incluso algunos aspectos de la construcción permanecían sin acabados.

Las derrotas no son para siempre

Ante la lideresa del PRI, Beatriz Paredes; el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; el gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur, y el mandatario electo de Puebla, Rafael Moreno Valle, Marín Torres presumió algunos logros de su gestión relacionados con la procuración de seguridad pública y el desarrollo social.

“Nunca me cansé ni perdí el ánimo de servir a los poblanos. Hemos sentado las bases para colocar los cimientos de una nueva etapa, cuyos efectos se verán en los próximos años”.

Con la voz entrecortada e incluso con lágrimas, Marín Torres agradeció el apoyo del presidente Felipe Calderón; reconoció la paciencia de su esposa Margarita García, así como de sus hijos Mario, Fernando, Carlos y Luis.

Beatriz Paredes aseguró que ninguna derrota es para siempre, por lo que confió en que el PRI recuperará la titularidad del Poder Ejecutivo en las entidades donde esta vez fue derrotado, incluido Puebla.

Mientras Mario Marín leía un discurso con motivo de su último año de gobierno, cuatro manifestaciones que protagonizaron defraudados de cajas privadas de ahorro, locatarios del Mercado popular José María Morelos y dos contingentes de ejidatarios afectados por la construcción del Arco Norte protestaron por las calles.

No obstante, los dispositivos de seguridad impidieron su arribo a las inmediaciones del Centro Expositor, ubicado en la zona de Los Fuertes.

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