Este martes, a las 2:40 de la mañana, leo en www.elnorte.com., cinco hombres fueron ejecutados en una calle de la céntrica Colonia Obispado de Monterrey:
“Las víctimas quedaron tendidas en la banqueta del lado poniente de la calle Privada Liendo con Padre Mier, frente al edificio de la Universidad Interamericana para el Desarrollo y unas oficinas de la Secretaría de Educación Pública.
“Los ahora occisos, de entre 20 a 25 años, quienes no fueron identificados, vestían pantalón de mezclilla. Tres de ellos traían tenis, uno zapatos y otro portaba sólo calcetones. Los hombres presentaban el tiro de gracia y tenías las playeras levantadas hasta la cabeza… A dos metros de los cuerpos quedaron al menos 20 casquillos de diferentes calibres… Los hombres fueron llevados con vida hasta ese lugar donde fueron privados de la vida por el grupo armado, que presuntamente viajaba en dos camionetas”.
¿Todavía alguien piensa que bastaba con la presencia de la marina armada y del ejército patrullando las calles de Monterrey para acabar con la violencia?
El error más grave de Felipe Calderón ha sido pensar que el remedio para acabar con la violencia es más violencia. Un error que estamos pagando todos en México.
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