TRASCENDIO

Que, por primera vez, Enrique Peña Nieto desdeñó las encuestas.

Ante las reiteradas versiones de su caída en las preferencias electorales por la trilogía de traspiés libros-salario mínimo-precio de la tortilla, el precandidato presidencial del PRI dijo que apuesta a una campaña a tierra basada en compromisos y que no va a privilegiar ni los spots ni las encuestas.

¿Y todos estos años de mercadotecnia? ¿Cuánto habrá caído en sus consultas internas?

Que Santiago Creel se reunió en privado con Felipe Calderón por espacio de 40 minutos, en los que además de las felicitaciones decembrinas, el ex senador le pidió al Presidente no intervenir en la elección del candidato del PAN.

Según el senador con licencia, lo único que puede arrebatarle la candidatura es que el Presidente meta la mano en el proceso.

Por cierto, Creel presentará en breve un libro con sus propuestas en materia de seguridad, economía, educación, política, derechos humanos y ecología, las cuales confrontan radicalmente las políticas públicas del gobierno de Calderón.

Que en menos de dos semanas Andrés Manuel López Obrador revelará el nombre de su cuarto colaborador en el gabinete, en el hipotético caso de ganar la Presidencia.

El tabasqueño recién mencionó a Marcelo Ebrard como secretario de Gobernación, Juan Ramón de la Fuente en Educación y Rogelio Ramírez de la O para Hacienda.

Falta definir a su hombre fuerte en materia de seguridad pública.

Que buena parte del Sindicato de Trabajadores del IMSS aplicará, como el SME, voto de castigo contra el PAN en la elección federal de 2012, por el apoyo de la Secretaría del Trabajo y su ahora ex titular Javier Lozano a una modificación de último minuto a sus estatutos, para garantizar la reelección de su líder, Valdemar Gutiérrez.

Que el recorte presupuestal al Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal echó por tierra la edificación de la Ciudad Judicial, uno de los proyectos más ambiciosos de su presidente, Édgar Elías Azar.

El sueño del magistrado, proyectado para inaugurarse en 2015, está calculado en más de mil millones de pesos y el Gobierno del DF tuvo que hacer economías con la eliminación (parcial) de la tenencia vehicular.