Vamos a decir que los medios fueron más condescendientes con AMLO cuando aceptó la entrevista con López Dóriga luego de su designación para representar a los demócratas del país en las elecciones presidenciales 2012. Televisa lo invitó y el líder accedió a ir frente a cámaras. Habló con la verdad, tranquilo. ¿Qué más? Convocó a la paz, al amor, a la transparencia, A algunos individuos les enloqueció la premisa. Como si fuera el amor algo de otro mundo separado totalmente de la vida política. Se entiende que consideran como costumbre la corrupción. Pero el “shock” provino, aseguran los que desconocían el espíritu de AMLO, que antes se mostraba en pié de guerra y ahora, ¿por qué tan amoroso?
Respondo con una pregunta ¿Cómo pudieron deliberadamente pasar por alto la labor de sus arduos recorridos por el territorio nacional, tan patente acto de amor para con la población defraudada y olvidada, para prometerles que no los abandonaría, para asegurarles que seguiría luchando por ellos?
El talante del tabasqueño trabajador e imperturbable en pos de la fórmula triunfadora, resulta en que la inercia de ese esfuerzo y la forma íntegra de ejercerlo atrae y atraerá naturalmente los reflectores. También la originalidad de una inteligencia que se adelanta, los atrae. Como lo ha hecho su anuncio público de los elementos principales de su gabinete como lo había prometido y libera los nombres de Ebrard Casaubon para secretario de gobernación, Ramírez de la O para secretario de hacienda, y De la Fuente para secretario de educación.
La guerra sucia será opacada por los acontecimientos inocultables, y de darse, habrá mucha más probabilidad de que sea rechazada por los ciudadanos. Es un efecto del reconocimiento de lo innegable, de que la misión de este liderazgo de la regeneración, irá acompañada de la justicia y la honorabilidad.
Milenio, Grupo Fórmula y etcétera, miden con “amigable” recelo la “nueva actitud” que encabeza AMLO, que no lo es, pero insisten en ello. Sus llamados analistas, apestan a mala disposición, no obstante, aceptan que si fuese una estrategia premeditada para avanzar— es decir, el ofrecimiento de una república amorosa—sería válido haber utilizado dicha mercadotecnia. ¡Miren nomás!
Conjeturas reaccionarias que intentan e insisten en tergiversar, como práctica. No alcanzan a percibir la realidad personal del candidato. Dijo Einstein que “los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de las mentes mediocres”.
Sobre la base del mutuo respeto y la libertad de expresión es como único se debe entablar relación con cualquiera incluidos los medios. Los embates del pasado de estos en contra de nuestro candidato presidencial, no le atañen a él sino a ellos. Fueron actos claramente corruptos, de control y manipulación masiva cometidos, que se llevan en la conciencia, que hoy deben recapacitarse.
En una reciente presentación al preguntársela a AMLO que cuál sería su relación ahora con los medios, respondió luego de una pausa reflexiva que “si Televisa hubiera existido durante el mandato de Porfirio Díaz, jamás se hubiera dado la revolución mexicana”.
Aclaró así mismo que su relación con los medios siempre fue muy buena y transparente. Todas las madrugadas cuando gobernó el DF incluyendo sábados y domingos, daba su rueda de prensa para informar a los capitalinos de los sucesos del día anterior y adormilados acudían los medios locales para cubrir este informe porque era y sigue siendo un hecho insólito. La historia subsecuente, la guerra sucia de desprestigio, de inventos y calumnias durante la campaña presidencial del 2006, fue cosa de ellos y de ellos será también el rectificar, por el bien de México
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