dom 25 dic 2011
Porque...
Viste de rojo.
Sólo se ríe de los mexicanos.
Nunca ha traído lo que quiero.
Mi carta nunca la lee como buen discípulo de Peña Nieto.
Nos deja endeudados como Moreira a los coahuilenses.
Viaja en un TRI-NEO viejo, pero en realidad lo que busca es distraer para que no nos percatemos de que es el mismo NEO-TRI... color partido de siempre.
Se supone que reparte regalos a los niños que se portan bien pero, ¿por qué prefiere a los 'Niños Verdes' regalándoles tanto?
Su risa es tal que nunca termina de completar lo que en realidad quiere decirnos: "Jó, jó, jó... danse".
Sus ayudantes son unos enanos, tipo PRI con sus colaboradores: Salinas, Elba Esther, Chuayffet, Azcárraga y un largo (chaparro más bien) etcétera.
Vive en el polo norte, pero aquí entre nos, se derrite por regresar a Los Pinos.
Su inexplicable costal tipo ratero así como su acolchonado abrigo además de la sospechosa forma de entrar y salir por las chimeneas, es un grosero mensaje oculto que en realidad representa una alegoría a su esencia pura de lo que en verdad es: un delincuente de cuello acolchonadamente blanco.
Mi carta nunca la lee como buen discípulo de Peña Nieto. (La repito para los que no leen).
Y lo peor, pacta con 'los jefes' en cada plaza por pequeña que esta sea.
Feliz Navidad amables lectores de SDP.
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