@FedericoArreola
jue 22 dic 2011
Dijo Enrique Peña Nieto en un evento de la CNC que no ha bajado en las encuestas después de sus sucesivas crisis de la FIL de Guadalajara, el salario mínimo, las tortillas y su pronunciación en inglés.
Y supongo que cuando despertó se preguntó, como el poeta, “¿yo sueño o duermo?”.
Creo que no duerme, sino que está noqueado. Y no sueña, sino delira. O sueña y delira al mismo tiempo.
El señor Peña Nieto todavía no está liquidado, pero sí perdió el equilibrio. Es la verdad. ¿Se levantará?
Para lograrlo debe dejar de soñar y de delirar.
Sueña, según el diccionario, el que discurre fantásticamente y da por cierto y seguro lo que no lo es. ¿Que no perdió ningún punto en las encuestas? Por favor.
Y delira el que dice o hace despropósitos o disparates. No hay despropósito mayor que pensar que, después de la golpiza recibida, está tan fuerte como siempre.
Peña Nieto se metió en problemas, serios. Cualquiera lo sabe.
Si aspira a superarlos deberá empezar por aceptar la realidad, independientemente de lo dura o triste que sea.
Alguien tendría que explicarle a Peña Nieto que engañarse a sí mismo y, a partir de eso, tratar de engañar a los ciudadanos, es lo que más hace fracasar a los políticos.
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