Claudia Herrera y Georgina Saldierna
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de diciembre de 2011, p. 15
Después de asegurar que hay pruebas de la intromisión de la delincuencia en las elecciones de Michoacán, el presidente Felipe Calderón llamó a preguntarse a quién beneficia, porque es claro que perjudica al PAN. Antes amenazaban con quitarles los apoyos, hoy amenazan a la gente que si vota por el PAN le quitan la vida, y eso no se puede tolerar ni puede pasar como un episodio más.
Exigió además a los panistas y a los partidos políticos no quedarse callados y expresar a voz en cuello y hasta que la voz se nos acabe lo que significa esa amenaza. Propuso convertir el tema en una causa nacional en aras de parar el avance del crimen organizado.
Durante el homenaje a José Francisco Blake Mora y otros funcionarios fallecidos en reciente accidente aéreo, aprovechó para plantear que a diferencia de ellos, la muerte del alcalde de La Piedad, Ricardo Guzmán, no fue un accidente, sino un crimen que está impune, hecho que lo convirtió en héroe y mártir. Consideró que la publicación de un desplegado en el periódico AM de La Piedad amenazando a la gente para que no votara por Acción Nacional es una aprueba más palmaria y eficiente de que el narcotráfico se involucró en los comicios michoacanos.
Ante militantes del PAN, entre ellos los precandidatos presidenciales Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero así como algunos integrantes de su gabinete, aseveró que la amenaza de la delincuencia no es sólo para Michoacán, sino para el país.
Yo como presidente no puedo quedarme callado ante eso, he sido prudente, he tratado de ser sensato, pero no puedo quedarme callado ante algo tan grave que ocurre y le digo, le pido y le exijo al PAN que tampoco se quede callado, explicó anoche en el auditorio Manuel Gómez Morín de la sede nacional del partido.
Se preguntó por qué no reacciona la sociedad y demandó que ésta actúe, lo mismo que partidos políticos, diputados, senadores en martillar y martillar esa verdad hasta que quede clara y contundentemente plasmada en la conciencia nacional.
Felipe Calderón, ayer en el homenaje del PAN a Francisco Blake Mora y las personas que murieron en el accidente aéreo recienteFoto Carlos Cisneros
A quién beneficia la acción de los criminales y a quién perjudica. Es una pregunta clave para el país, que tiene que responder. Por lo pronto, ya sabemos a quién perjudica, perjudica al PAN, a sus mejores alcaldes, al mejor alcalde que hemos tenido y al pueblo.
Calderón Hinojosa consideró necesario dilucidar si la intervención de la delincuencia fue determinante o no en los resultados de una elección tan cerrada.
No me refiero sólo a Michoacán ni al caso finalmente de mi hermana (Luisa María Calderón, ex abanderada del PAN a la gubernatura de ese estado), sea candidata o no. Me refiero a la amenaza que para la vida del país significa la presencia del crimen organizado, y La Piedad es una prueba y el homicidio también, expuso.
En la ceremonia que duró casi dos horas, reconoció: Me han reprochado, no falta quien crea que me lastiman diciéndomelo, que mi pecado es tener amigos entre mis colaboradores. Y la verdad es que es una pena que sólo cuando fallecen haya el mínimo decoro de reconocerles sus amplísimos talentos. A Blake me lo criticaron mucho porque era un provinciano, que qué iba a hacer en la Secretaría de Gobernación llena de hombres y nombres pomposos, y sin embargo lo nombré ahí por su gran capacidad, su gran lealtad y sí, también porque era alguien cercano a mí.
Señaló que Blake fue lo mejor del calderonismo, aunque alguien dijo que no daban un cacahuate por él. Parafraseó a su mentor Carlos Castillo Peraza, quien decía que de sus defectos no era beneficiario, sino víctima.
Admitió también que la comunicación es un talón de Aquiles de su gobierno y por eso echa de menos a los tijuanos, en referencia al equipo de Blake.
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